jueves, 19 de noviembre de 2009

PREVERANO DE OFICINA

Bueno aca me animo a escribir algo, ya q la gente anda de vacaciones al parecer, se q me maletearan u no este escrito ya depende de los q lean pero ahi le hago el intento de escribir alguito por lo menos (mi grano de arena)
(texto de mi vida - ya pa otra sobre un libro q lei)

Como se habran dado cuenta por las fechas ya estamos a puertas (depende del punto de vista de cada uno cual es primero) de la navidad 2009 y del verano 2010, por mi parte ambos acontecimientos los vivo a la vez.... navidad en mi chamba pucha como describirlo... el año pasado no lo senti tanto como este año (me afloro el grinch antisocial el año pasado) pero este año estoy decidido a pasarlo de la mejor manera posible tanto en la chamba como fuera de ella... ya para empezar se ha convocado a concurso navideño por oficinas aca... y ya en mi area tan hablando de hacer un nacimiento en vivo y en directo haber como se hara no se pero me tinka q me toca el disfraz de por lo menos un pastor (pasa mas piola) y desde ya se esta hablando de como decorar los espacios de cada uno (como este año quiero destacar) necesitare algunas extensiones (unos lentes oscuros y un extintor porsiaca) para iluminar mi espacio... (hablare mas de la navidad en otra ocasion.. espero pa entonces ya tener algunas fotos del antes y despues)... pasando al otro tema VERANO pa algunos divertidos pa otros no tanto... pa mi no tanto osea chambeo en oficina y sin aire acondicionado encima llamadas de amigos q invitan a la playa en dia de semana todo el dia muy tentador pero por ahora mi bolsillo necesita cada moneda que sea posible por la famosa lista de regalos, q por cierto me acabo de acordar q debo agregar a mi lista a mi ahijado... chesu, el verano en oficina sin aire acondicionado es una bomba molotov ... osea imaginense grupo de gente (unos 15 )entre 4 paredes con harto sol es algo q solo en los realitis se podria soportar... lo unico bueno q puedo rescatar de los veranos es que el animo de la gente cambia harto se notan mas alegres y mas cordiales cosa q en invierno no veo, ya para deleite de los caballeros y de los sapos las damas nos contentan con su vestimenta ya algo mas ligera, los heladeros abundan en cada esquina aunq eso si el viajar en micro combi taxi ya se puede volver un martirio para muchos... asi q mucha suerte a todos y ahi nos tamos viendo u leyendo

sábado, 31 de octubre de 2009

31 de Octubre

La primera y única vez que salí a pedir halloween tenía once o doce años, según yo me había disfrazado de karate kid, con mi vinchita y todo. Salí con mi hermana y unos amigos del barrio y entramos al edificio que estaba en la cuadra. Sin entender porque, al verme ahí, pidiendo caramelos de puerta en puerta, me avergoncé de mi mismo, me arroché. Creo que mi hermana era una gitana, ni recuerdo los disfraces de mis amigos, yo estaba arrochado y recuerdo muy bien cuando hice click, fue en el momento en que una viejecita nos saludaba con caramelos y nos preguntaba de qué nos habíamos disfrazado. Me sentí tan ridículo que no atiné a otra cosa mas que decir que salía de mis clases de karate y me estaban encargando cuidar de mi hermana.

Tampoco es que haya destilado criollismo en mi infancia, en realidad, no tenía mucho de que regodearme, vivía en una quinta, al lado de un callejón, no de uno, sino de dos caños, que fue el escenario de mi infancia mas feliz, y curiosamente mi gusto por la música peruana no radicaba en lo criollo sino en lo andino. Mis primos tocaban la zampoña y me pegaron el bichito y luego conocí en mi cuadra a un pata que tenia tenia un grupito de música latinoamericana y fue quien me enseñó a tocar la quena (que tanto esfuerzo me costo). Al poco tiempo entraba a tocar en la estudiantina del colegio.

Sin embargo el gusto estaba ahí, lo primero que recuerdo es a mi viejo comprándose su cassette de Eva Ayllón, y dándole vueltas y vueltas en la casettera, era lo mas cercano al criollismo que tenía. Luego de eso al Zambo Cavero. No recuerdo dónde lo conocí, tampoco recuerdo cuándo, pero un día que escuché Contigo Perú, me recuerdo estremeciéndome y botando una lágrima. No podía entender como esa música me movía tanto. Eva y el Zambo eran populares, conocidos por todos y caseritos de peñas donde sea. En el colegio murió halloween para mi. Entrando a la universidad, tuve mi primera enamorada, ella tenia una tía que tocaba cajón y un tío que tocaba muy bien la guitarra y armaban unas jaranas en su casa de playa de San Bartolo. Yo me perdía para allá los fines de semana, y mi entusiasmo muchas pecaba de ofensivo, porque, entrado en tragos, trataba de emular el canto del Zambo, con desastrosas consecuencias y ofendiendo el gusto y recorrido de la guitarra y cajón anfitriones. Supongo que por juventud entusiasta es que se me perdonó el pecado. Comencé a frecuentar peñas, ya no era coincidencia que prefiriera el Rompe y Raja a la Noctambul, o Del Carajo a la Metrópolis (si la cronología de las discotecas y peñas esta errónea, disculparán mi mala memoria). Aprendí Mal Paso, Propiedad Privada, Cariño Bonito, Cariño Malo, Olga, Y se llama Perú, y toda la lista de canciones que te pasan en estos sitios. Llegué a un punto en que me astí de las mismas y ya no sabía que hacer ni donde encontrar refresco.

Hasta que entré a un grupo de la universidad, donde cultivábamos la música peruana en general, costa, sierra y selva, y así como mi gusto por la música de todo mi país estaba bien repartido, encontré en el lado criollo, aquello que estuve reclamándome por tanto tiempo, conocí a Pinglo, buceé en Chabuca, me presentaron a Jorge "El Carreta" Pérez, conocí a Kiri Escobar, tuve el honor de introducirme en la música de los Ascuez, ases y maestros de la jarana, escuché al Centro Musical Unión, y frecuentando al grupo, llegué a visitar los centros musicales de Breña y el Centro de Lima, que distaban mucho de una peña y son mas bien lugares cerrados dónde se cultiva el criollismo de una manera asolapada, de esas donde te pasas la voz para quedar en ir. Que diferente a las peñas que conocía hasta entonces. Había descubierto un mundo nuevo y debía aprovecharlo, cosa que hice aplicadamente. Recuerdo que al grupo entré por aprender a bailar marinera norteña y hacerle el gusto a mi abuela, sin embargo, adentro, conocí a la marinera limeña y el flechazo fue inmediato, hasta ahora no nos separa nadie y aun sigo atento al canto de jarana. Deje a la coqueta y vanidosa norteña y fui seducido por la sobria, femenina y encantadora limeña.

Fueron años felices, mi 31 de octubre había encontrado sentido y yo, luego de un momento de vacilación, me había redescubierto enamorado de nuestra música. Cada 31 de octubre, luego de alguna presentación por el día de la canción criolla, llegábamos a la casa de alguien y armábamos la jarana hasta las 6 de la mañana con aguadito al día siguiente. Tengo que reconocer que mis momentos en el grupo fueron de los que mas me llenaron esos años, y si bien no toco ningún instrumento mas que la quena y la zampoña (que hace años siguen empolvadas), no dejaba de intentar cantar o encandilarme simplemente escuchando a los cantores y músicos del grupo.

Todo tiene su final, la universidad pasó, y con ellas las reuniones musicales con el grupo se hicieron mas esporádicas, sin embargo, aun conservo la costumbre de ir a esas peñas donde no se cante Mal Paso o Contigo Perú...hay mas, mucho mas que descubrir.
Es cierto, hoy no tenemos muchos Avilés, Caveros o Ayllón, pero si hay talento, lo que pasa es que veo que cada vez el círculo se va cerrando y la propaganda se va acabando. He sentido a veces el elitismo y segregación al momento de asistir a estos sitios donde solo cantan "conocidos", y muchas veces me he descubierto preguntándome por qué, si estoy seguro que así como yo me complazco solo escuchando, hay muchos por ahí que harían lo mismo.

Este 31 de octubre, asistiré a mi primera fiesta de halloween, no por mi voluntad, ni siquiera de la de mi enamorada, ella asiste porque lo organizan sus amigos y quiere colaborarles, sin embargo, esperaremos las doce y huiremos a algún lugar donde podamos empaparnos de criollismo después de habernos mezclado con gente disfrazada fuera de fecha de carnavales. Felizmente ella comparte conmigo mi animadversion a esta celebración tan foránea y temprano estaremos por la Casona de San Marcos, asistiendo a la premiacion de Alicia Maguiña en reconocimiento a su trabajo (ingreso libre, 6.30 pm). Salvé mi sábado porque creía que me iba a sotear solamente rodeado de batmans, supermanes y mujeres araña.
Dejo un video, a mi parecer, una joyita del criollismo, con una constelación digna de cualquier cielo estrellado, mi homenaje al 31 de octubre.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Re re re encuentro con los atormentados

En vista que no tengo el mail de todos los atormentados, acá les paso lo que escribí pa los que no leyeron!!


Hola a todos, andamos toooodos desaparecidos!! no es posible!!!, buenoconversando virtualmetne con vida (cuando podemos ... hace unas semans muy pocobuuu) dijimos pa organizar una reu de reencuentro, requetereencuentro o lo q seapero para vernos las caras q no nos las vemos hace un buen rato, no sé unasalida de noche de pachanga, de conversa de sólo contemplar nuestros bellosrostros o una parrilladonga all inclusive jeje ustedes dirán. La cosa es q semanifiestennnnnnSaludos y bechos a todititititosss


holas otra vez, bueno ya q la mayorìa respondiò para encontrarnos y que ya supongo nuestro querido amigo Dante (alias el blogger faltoso) debe estar de regreso por la Lima ya no virreynal tons prpongo las siguientes cuestiones, de las cuales cada uno debe dar opiniòn... ya peeee digan q les apetece màs piiii 1. salida a comer algo como chifa o lo q sea(o sea engordada, empanzada, etc) y luego un par de traguines2. salida a comer pasta3. salida a beber y beber hasta morir4. reunirnos en la casa de alguien y hacer las 3 anteriores5. salir a tomar o comer algo y luego a terminar abrazados cantando y diciendo "yo te estimo" en alguna casa La fecha ya q la mayorìa puede sàbado podrìa ser el 7 de noviembre pk el 31 seguro muchos desempolvaràn su disfraz de capitàn cavernìcola y saldran a cantar tonaditas criollas jeje Bueno chicos y chicas den sus opiniones y nos vemooooooooooooosssssss beso

lunes, 5 de octubre de 2009

TNT

Noche de viernes, pijama party, guerra de almohadas, pizza, mucha Coca-Cola, juegos de mesa (Craneum y Pictureka, altamente recomendables) y películas hasta caer rendidas.

Apagué la luz de la mesa de noche y vi una sombra cruzar la ventana, me dije: "Es tu mente jugándote bromas, te da miedo la casa tan grande sin rejas y hoy, que las niñas duermen contigo, no puedes cerrar la puerta del dormitorio con pestillo. Pura paranoia, ya duérmete."

Desperté con los gritos alborotados de mi niña mayor: "¡Tía levántate, tienes que ver esto!"

De un salto estábamos todas fuera de la cama, y a través de la ventana, en la que vi la sombra, mis ojitos vieron lo que no imaginaron jamás ver en vivo y en directo, eso que tantas veces he visto en las películas y que tantas veces deseé poder hacer.

Ta taaaaaaan....





¡Los árboles y arbustos del frente de la casa habían sido decorados con finísimo papel higiénico doble-hoja, gofrado y pre cortado!

Talvez mi mente no bromeó, talvez fue la sombra de algún rollo volador lo que vi, talvez.



Luego del fastidio de mi hermano, el desconcierto de mi cuñis y la explicación de la policía, salí con las niñas a retozar entre los árboles. Ah! Si! La explicación: “Son travesuras que hacen los chicos y ya que no hay adolescentes en casa lo más probable es que se hayan equivocado de objetivo. Agradezca que no ha llovido”.



Las cadenetas de papel flotaban bellísimamente con el viento. Pasada la algarabía empezamos a ayudar a mi hermano, quien provisto de un rastrillo y una “Ultimate Ladder”, limpiaba hacía un buen rato.



Las niñas descolgaron todo lo que pudieron y lo embolsaron. Las copas de los árboles definitivamente eran para mi hermano, ni la “Ultimate” fue suficiente, recordando sus épocas mozas mi hermanito trepó hasta lo más alto para dejar ambos árboles sin un pedacito de papel. Yo, al pie del arbol, recogía lo que él lanzaba.











Luego de aproximadamente hora y media, 740 mt de papel y 37 tubos de cartón, los árboles quedaron limpios.

Pasó en la vida real.

miércoles, 12 de agosto de 2009

EL RETO(3): El Final

Al llegar ese lunes me di con la sorpresa de que lo que me había dicho V no era correcto, la competencia seguía hasta el Viernes(4 días más)…

La última Semana
Estaba allí en la reunión de ese último lunes, todavía desencajado por la mala información que nos había dado el enanito.
Él mismo me pesó, como siempre. “Has bajado 1,4 Kg, te felicito” - me dijo medio cachaciento – y yo le agradecí. Se repetía la escena de la primera reunión sólo que esta vez el que apretaba los dientes era yo.

En esta reunión faltaron bastantes entre ellos el “Pelao” y el “Andrógino”, olvidé mencionar que la asistencia a las reuniones semanales no era obligatoria así que no era raro que alguien faltara de vez en cuando, inclusive el “Andrógino” faltó a varias reuniones.
El “gordito”, que nunca faltaba, siempre se acercaba a conversar y a pedirme consejos. Él no podía creer que yo haya bajado tanto peso sin un gramo de WL, ¿cuánto había logrado bajar? Hasta ese día eran 10.4 kg.
Estaba lejos de mi meta de 13 kg, pero era lo suficiente como para liderar la competencia, quizás hasta para ganarla. Incluso los demás competidores ya me daban por ganador, “la pesada” era la más entusiasta, no sé porque extraña razón me había agarrado cariño.

En el trabajo mis compañeros se preguntaban(¡con energía!) qué me estaba pasando, algunos pensaban que estaba enfermo por lo rápido que había adelgazado, otros pensaban que me iba a divorciar o algo parecido, la cosa era tan tensa que finalmente tuve que contarles(¡con energía!) que estaba participando en el RCP para que se tranquilicen.
Eran dos los temas de conversación recurrentes entre los compañeros: uno era mi pérdida de peso y el otro, el increíble triunfo de nuestro equipo en el campeonato “Verano 2009”, nuestro primer y único triunfo en los diez partidos que jugamos en aquel “olvidable” torneo.

La familia no era ajena a mi situación, también opinaban que ya había bajado lo suficiente. Yo ya sentía una cierta ansiedad por terminar con el bendito concurso, además me preocupaba que al terminar la dieta siga bajando de peso sin control; porque, para serles sincero, el esfuerzo que estaba haciendo no era tanto y sentía que bajaba y bajaba de peso casi sin hacer nada. Así pasó el martes, pasó el miércoles, pasó el jueves y llegó EL VIERNES.

En la puerta del horno…
Era el día, era la hora y era el lugar o, mejor dicho, casi era el lugar. Estaba al frente del Hotel donde se iba a celebrar la Premiación, pero no podía entrar ¿por qué? Retrocedamos un poco, no se desesperen…

Recién el Jueves por la noche me enviaron la dirección del local donde se iba a realizar el “Megaevento” Wonder Life(con todas sus letras), iba a llevarse a cabo en un Hotel en Miraflores, la entrada costaba S/.15 por persona y debía de estar allí antes de las 8:00 p.m., si llegaba después de esa hora quedaba fuera del concurso. Tenía que asegurarme de llegar a tiempo así que no podía darme el lujo de esperar a Gina.
Imaginen lo que es esperar a que elija la blusa que combine con el pantalón, los zapatos que combinen con la correa y el bolso, el tono de sombras que dé con la blusa y a la vez con el pantalón, la correa, los zapatos y el bolso… y los anillos… y el collar… y las pulseras. Ni hablar. Lo mejor era encontrarnos ya dentro del Hotel. De esa manera yo llegaría antes de las 8 y ella 54382107 mil horas después.

Se suponía que saliendo del trabajo iría al Hotel, allí dentro me encontraría con V y su esposa, pero en la tarde V me llamó para avisarme que se iba a demorar en llegar a la Ceremonia. Osea que iba a estar sólo un buen rato.

Eran las siete, salí del trabajo, paré un taxi y me subí.
Llegando al Hotel busqué en mi billetera el dinero para pagar el taxi y, oh maravilla, sólo tenía 10 soles. Le pagué 8 al taxista, luego recordé: en la mañana había dejado mi tarjeta de débito a Gi, para que haga unas compras; en la tarde le había prestado S/.50 a un compañero y ahora quedaban en mis tristes bolsillos: dos soles.
¿De dónde # iba a sacar los 15 soles para pagar la entrada?
Me refugié en una tienda que estaba en la esquina opuesta al Hotel. Me reventaba la cabeza pensando en qué podía hacer. Me quedaban 35 minutos.
Lo primero era llamar a Gina y esperar que milagrosamente pueda elegir su atuendo en menos de 15 minutos y que además consiga un taxi volador que la traiga en menos de 20 minutos, casi nada. Conté por teléfono a Gina lo que pasaba en diez segundos y ella me dio dos noticias: una buena y una mala. La buena era que mi mamá había llegado temprano para quedarse con mis santos niños, así que ella ya estaba en camino. La mala era que el taxi que había tomado no volaba, estaba atorada en un tráfico infernal. Fumé un cigarrillo por primera vez luego de 7 semanas.
Veía como iba llegando la gente al evento, eran fáciles de distinguir, los que no llevaban su famoso pin de “si quiere perder peso, pregúnteme”, tenían una cara de hambre inconfundible que de seguro se parecía mucho a la que yo tenía en ese momento, salvo que la mía ahora también llevaba una carga muy importante de angustia. Quedaban 15 minutos.
Me quemaba el cerebro pensando, cómo era posible que todo el esfuerzo que había hecho hasta ese momento se fuera al tacho de una manera tan tonta. Trataba de consolarme pensando que al menos el Pelao tampoco había llegado, así que yo no iba a ser el único que se perdía el premio por no llegar a tiempo a la ceremonia. En eso pensaba cuando de pronto, por la misma acera donde me encontraba, vi acercarse la figura de una persona conocida. ¿Era o no era? La luz no me permitía distinguir bien. Sí, sí era. El Pelao pasó por mi lado como un fantasma casi irreconocible, la panza chelera que lucía hace siete semanas seguía allí, pero ahora se veía ridícula, fofa. Pasó sin siquiera mirarme como si no me conociera. Se acabó, no me quedaba ni el consuelo de tonto. Quedaban 5 minutos.
Mi desesperación me llevó a pensar seriamente en empezar a pedir dinero a la gente que andaba por la calle. Era eso o simplemente rendirme sin hacer nada. Felizmente Gina llegó.

Al fin Gina: ¡ese es mi pellejo!
Al verla bajar del auto me volví a enamorar de ella. Quería abrazarla, de verdad hubiese querido abrazarla en ese instante, pero el abrazo tendría que esperar, lo de el momento era un beso veloz y a correr. La tomé del brazo y volamos. En quince segundos ya estábamos en el sexto piso del hotel pagando los 30 soles de la entrada.

El comienzo del fin
La sala de recepciones era amplia, y aun así lucía llena. Entre participantes y representantes de WL había más de 100 personas. Cada grupo estaba reunido alrededor de una mesa donde se encontraba sentado el encargado del grupo (Memo era el encargo del mío) con una Laptop donde registraban los datos del grupo, pesos, medidas, etc. Se sentía la tensión en el rumor de la gente, en las risas nerviosas…

Ya estábamos adentro, ahora mi preocupación era otra: el Pelao. Se veía más flaco que mis bolsillos, con la mirada pérdida, callado y distante. Quizás no hablaba por miedo a sufrir un desmayo, no sé. En realidad se le veía muy mal, como nativo desnutrido de Viafra. Fácil si lo juntábamos con otros y otras que andaban por ahí se podía armar un calendario para National Geografic.
También estaban algunos más de mi grupo Memo naturalmente, la pesada y su esposo, el gordito, el andrógino, que también se notaba que había perdido mucho peso, dos o tres más del grupo y el enanito.

Ese enanito traicionero otra vez
Yo era el único que aun no se había pesado. Otra vez el encargado de hacerlo era: el enanito.
Se le veía muy emocionado como esperando algo, algo de mi. Traía un papel en la mano donde, imaginaba yo, estaba anotando los pesos que registraba en la balanza y donde pude ver un número anotado, decía: 70.7. Miré a mi alrededor. El único que podía ser el que había marcado ese peso, imaginaba otra vez, era el pelao.
El lugar donde pesaban a la gente era en otro ambiente a un lado de la sala principal, el enanito tomaba la medida, la anotaba y no se la decía a nadie, salvo a Memo, claro, para darle más emoción al asunto. Me pesó. Su cara me decía todo, tenía una sonrisa que no podía disimular, aunque trataba, “68.3 has subido 300 gramos”, se me heló el cuerpo, aunque esos últimos días me había relajado bastante no creía que pudiera subir.
No había nada que hacer sólo esperar los resultados...

CONTINUARÁ

en la siguiente línea


¿Y ahora?
Desde el momento en que bajé de la balanza había terminado oficialmente mi “Dieta” al regresar a la sala con los demás me sentía un tanto fuera de lugar, no sé si ustedes alguna vez habrán sentido ese vacío luego de lograr algo que supuestamente estaban deseando, algo muy parecido al momento después de tu primera vez, así me sentía. Lo hice. ¿Y ahora?

Los resultados, por fin ¿o no?
Al lado de la mesa ya me esperaban mi hermano y su esposa que acababan de llegar.
Trataba de distraerme conversado con Gina y mi hermano, pero siempre mirando de reojo al Pelao. ¿Habría bajado más que yo? Según mis cálculos si, en lugar de haber subido esos 300 gramos, hubiera perdido al menos 200; el Pelao tendría que haber bajado 5 Kg en 11 días (más de 450 gramos por día) para ganarme, lo cual (antes de verlo) me parecía imposible. Teniendo en cuenta que lo más que había bajado en una semana(7 días) era 2.5 Kg y esto fue en la primera semana, que es la más fácil. Lo del andrógino era más difícil todavía, porque para alcanzarme tendría que haber perdido más de 10 kilos. Pero las cosas no eran así, yo había subido 300 gramos y el Pelao se veía como judío sobreviviente de un campo de exterminio.
Luego de una hora de estar esperando por fin llamaron para dar comienzo a la ceremonia. Gina me apretaba la mano, estaba más nerviosa que yo. Ya habían prendido el proyector. Se podía ver en la pantalla una hojita verde: el símbolo de WL. El maestro de ceremonia era un “hermanón”, recontra pilas y casi gracioso. Se mandó un rollo de 15 minutos sobre las bondades del negocio WL, mientras hablaba, V me miraba como esperando que el floro del hermanón cambie en algo la opinión que yo tenía sobre el negocio WL. La que sí parecía que estaba cayendo en estado hipnótico era Gina.
Luego vinieron los “testimonios” de los que cambiaron su vida gracias a WL, acompañados de aplausos motivadores. La gente en la sala estaba extasiada con las palabras del hermanón el ambiente era propicio para… empezar a vender sus suscripciones.
Finalmente el momento cumbre de la noche: el anuncio de los ganadores.
Eran 16 grupos, cada jefe de grupo iba a anunciar a su ganador y, para mi sorpresa, Memo fue el primero en entregar sus resultados. Se acercó para conectar su Laptop al proyector y Gina, nada curiosa, miró la pantalla un momento antes del anunció. Me bastó con mirar su cara para saberlo. ¡No! exclamó...

¡Gané!, ¿Gané?
“El ganador es: el Pelao con 67.8 kg de peso”. En segundo lugar en la lista aparecía yo y en tercero, por muy poco, estaba el Andrógino.
Gina, V y su esposa estaban sorprendidos, Memo me miraba como compadeciéndome y el enanito sonreía. El Pelao se acercó a recoger su (mi) premio, al mismo tiempo en la pantalla presentaban la foto del Pelao al iniciar la competencia con su barriga chelera firme y desafiante, se escuchaba un tibio aplauso del público.
Sé que debe haber alguna Ley de Murphy que explique lo sucedido, de hecho.
El hermanón le pidió al Pelao que diga algunas palabras al público y él dijo muy elocuente: Gracias. Y se fue
Pero ahí no terminaba todo, había olvidado que todavía faltaba anunciar al ganador del segundo premio. “El segundo premio de 500 soles para el que ha perdido más medidas es para...
– redoble de tambores-
...este pechito.

Tremenda ovación y hablando en público
Apareció mi foto del “antes” en la pantalla con mis rollos sinvergüenzas en el cuello y me paré al lado. La gente en coro exclamó un ¡oh! Y lanzaron una tremenda ovación. Me emocioné. No exagero si les digo que fui, por mucho, el más aplaudido de la noche (si no me creen pregúntenle a Gina).
El “hemanón” dijo: “¡Asu! parece que has venido con tu hinchada”. También me pidió que dé algunas palabras. No recuerdo exactamente lo que dije, pero mencioné que aunque esperaba ganar el primer premio el segundo no me venía nada mal y agradecí a Gina por su paciencia y su apoyo, cursi yo. Estaba tan emocionado que olvidé mencionar que no había utilizado ningún producto WL para bajar de peso, después me lamenté de eso.
Perdí, pero gané.

Otros que ganan ganan, pero no tienen mi verbo florido
Luego siguieron entregando los premios para los ganadores de los demás grupos y a ellos sí les preguntaron cómo habían logrado bajar de peso, en fin.

La frase final y un Pollo a la Brasa... sin papas
Así terminó todo, me despedí de los demás concursantes y antes de irme se me acercó Memo me dijo, entre otras cosas, una frase que me dejó pensando: “necesitamos gente como tú”.
Hasta ahora no entiendo si lo que me dijo Memo era un halago o qué. ¿Gente como yo? ¿Y como para qué?
No sé. Con Gina nos reímos un buen rato inventando teorías sobre lo que quiso decir Memo con la frase.

Saliendo del Hotel nos fuimos a Larcomar a gastar algo del premio en un Pollo a la Brasa…sin papas.

Gracias por la paciencia.

lunes, 13 de julio de 2009

EL RETO(2): Ya no hay marcha atrás

Leí detenidamente las condiciones enumeradas en la ficha y firmé el documento. Ya no podía renunciar, el siguiente paso era: las medidas oficiales…
Memo y La pesada
Quedé con mi hermano V en que nos íbamos a encontrar después del almuerzo de ese lunes particular en la oficina de WL(Wonder Life, ¡se me pegó la moda!) para la primera pesada. Cuando llegamos, la oficina estaba vacía, así que aprovechamos para comer un helado antes para pesar un poquito más (no sólo hice eso para subir de peso sino que además durante el fin de semana comí de todo, no fue muy honesto de mi parte lo admito) cuando regresamos ya estaba “Memo” y poco después llegó “la pesada” con su esposo. Memo hablaba con un acento colombiano desesperante (no es que me desagrade el acento colombiano, sino que SU acento era el de un peruano que estuvo en Colombia un par de meses y volvió a Lima hace dos años, pero no se le quita el dejo) y era el que iba a dirigir el RCP, daba las charlas, tomaba pesos, tomaba medidas y también concursaba, un todo terreno colombianizado.
“La pesada” y su esposo llegaban a pesarse al igual que yo.
Memo y “La pesada” me llamaron para pesarme y medirme: ¿Listo? Me preguntaron en coro poniendo su mejor sonrisa estilo Mr. Flanders:


Yo estaba listo, pero no sé para qué.

Mi peso era 78.4 Kg y las medidas estaban para decirlas en kilómetros. Después me tomaron unas fotos de frente y de perfil para hacer un antes y después. Las fotos son impresentables, basta con hablarles de la poca vergüenza con que asomaban mis rollos por sobre el cinturón y sobre el cuello de mi camisa, ¡¡sobre el cuello de la camisa!! No digo más.
Mi espíritu competidor ya se había apoderado de mi cuerpo y miraba a los demás analizando sus posibilidades de ganar, hasta veía una pantalla con mensajes del tipo: subject: female, weight:70kg; height:1.52m, probability: 0.60,etc. Todo en letras rojas.
En ese momento V me hizo LA pregunta: ¿y ya has pensado como vas a hacer para bajar de peso?
La pantalla, que seguía funcionando, me lanzaba las posibles respuestas: 1.- go to hell; 2.- f(biip) you; 3.Malfunction Malfunction ... línea horizontal blanca, punto blanco y se apagó. No había pensado en eso.

Google sabe todo: La dieta South Beach en versión San Miguel
Todo el camino de regreso al trabajo(¡regresando con energía!) venía pensando en la pregunta de V. Así que apenas llegué(¡con energía!) me puse a buscar en la red una dieta que se acomode a mis necesidades. ¡Y la encontré! Era la famosa dieta South Beach, que aseguraba que lograría bajar 4 kg. en una semana, impresionante ¿verdad? Solo era cuestión de adaptarla cambiando los ingredientes que hay en South Beach y no hay en el Metro de San Miguel.
Con ustedes La Dieta San Miguel (DSM):
- Comer 5 o 6 comidas al día en cantidades moderadas(importante: jamás saltarse el desayuno)
- Nada de carbohidratos, no pan, no azúcar, no pastas, no papas y no frutas (sólo las primeras 2 semanas).
- Carnes blancas (pollo y pescado) a la plancha
- Infusiones(té, anís manzanilla) sin azúcar
- Otros Alimentos ricos en proteínas: Huevo, leche de soya, queso light, yogurt natural(el que tenga peor sabor), etc.
- Ensaladas de todos los colores
- 10 vasos de agua a lo largo del día; y
- Mucho ejercicio.

Uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde
Con esta dieta no podía quejarme porque no iba a pasar hambre, pero eso sí, echaba de menos un par de cosas. Extrañaba a los panes, y mucho. Los vi una mañana colgados en la puerta de mi casa pidiéndome que los saque de su prisión de plástico, pronto -les dije- pronto en seis semanas y seis días.
El arroz, que ahora se veía más blanco, más graneado, los platos de comida no lucían igual sin él.
Las papas, de quienes no supe apreciar su simple sabor a todo y a nada, ni esa capacidad tan suya de acompañar todo, siempre en papel secundario, pero sin desentonar nunca.

Retroceder nunca rendirse… tal vez
Los primeros días pasaron y ya me acostumbraba a la rutina autoimpuesta, las cinco comidas, algo de ejercicios y el agua. Los tres panes con mantequilla de la mañana ya habían sido reemplazados por un insípido pan Pita con lechuga, tomate y queso sin sal; a media mañana una ensalada con aceite de oliva, al medio día un filete de pollo con ensalada y aceite de oliva, a media tarde un huevo duro y en la noche otro filete de pollo con ensalada y aceite de oliva. Un día Gina me preparó una pechuga de pollo, en trozos, frita con cebolla picada y…aceite de oliva. El sabor del aceite de oliva ya me había hostigado y mi balanza de patitos no estaba siendo muy generosa conmigo, según ella sólo había bajado un kilo en cinco días y empezaba a sentir el síndrome de abstinencia panera. Una parte de mí ya empezaba a echarse para atrás y estaba decidido: “si en el primer control no estoy cerca de los primeros lugares, esto se acabó, vuelvo a mi vida normal con mi arroz y mis panes”.

La competencia y los primeros resultados
Llegó el día de saber si seguía o no en la competencia, saliendo del trabajo (¡con energía!) me fui directo a las oficinas WL, allí me esperaba V para darme su apoyo moral(es parte de sus deberes de representante/distribuidor/fanático de WL).
El proceso de las reuniones sería siempre el mismo, conforme iban llegando los concursantes se iban pesando y midiendo. Luego Memo, previos aplausos motivadores, iba mencionando cuánto habíamos bajado o subido de peso, nombraba a los dos que habían bajado más durante la semana, los premiaba con un regalo sorpresa y por último daba una charla sobre nutrición y, como quien no quiere la cosa, sobre las bondades de los productos de WL.
El encargado de pesar a los competidores era “El enanito”, un fan WL al que había conocido en la casa de V. Rápidamente pude notar que a este personaje no le cuadraba para nada la idea de que yo participe sin usar los productos WL. El enanito miró la balanza incrédulo y me dijo - apretando los dientes -:
- has bajado 3,3 Kg., te felicito.
Memo tomó nota de mi peso y me felicitó, algo más sincero, a su colombiana manera. Estas reacciones me inyectaron un poco de ánimo, pero todavía tenía que esperar los resultados de los demás. Un Kilo, ochocientos gramos, quinientos, etc. Hasta donde había podido escuchar nadie se acercaba ni remotamente a mi marca, me sentía en las nubes. Llegó el momento de nombrar a los ganadores de la primera semana y V no podía estarse quieto en su asiento, muy bien, ya ganaste - me decía – y yo ya me la estaba creyendo.
Nos equivocamos los dos, se apareció un patín que bajó 3,8 kg., en segundo lugar un servidor y hubo un tercero no tan lejos que bajó 2,5 kg. Bueno, al menos me alcanzó para lograr el premio sorpresa de la semana (un tomatodo marca Thermos, para bebidas frías) y para decidirme a postergar mi cita con los panes y el arroz.

¡Ah! Y me olvidaba, también recibí mis aplausos motivadores.

Los Competidores
El “patín” que ganó la primera semana aparentaba tener entre 20 y 22 años, medía más de 1,75 m. y empezó la competencia pesando 74 Kg. y algo, es decir, luego de la primera semana pesaba 70 y algo, mi pantallita Terminator no le daba muchas posibilidades de ganar porque si bajaba 5 kilos más ya no tendría fuerzas ni para levantar los quince billetes de cien del premio. Y además durante la charla de Memo había admitido delante de todos que llegó a bajar ese peso “gracias” a una infección estomacal de la que aun no se recuperaba.
El que quedó en tercer lugar era un señor de anteojos, con una prominente barriga “chelera” y de escasa cabellera(para efectos prácticos lo llamaremos “Pelao”) que bordeaba los 50 años, medía como 1,70m. y había iniciado la competencia con un peso igual al mío(78,4 kg.), si podía aguantar el ritmo durante las 7 semanas sería un duro rival.
Otro que me preocupaba era un hombre con aspecto andrógino, de cabello largo, alto y que empezó la competencia con 116 Kg., tenía un gran margen de peso por bajar.
Y estaba el “gordito”, un hombre que encerraba en su metro sesenta de estatura nada menos que 111 kg, su peso nos preocupaba a ambos.
Además estos dos últimos tenían el apoyo abierto y descarado del “enanito”, parece que él los había invitado a la competencia.

Mis vacaciones, el Zumba y un nuevo deporte
En marzo salí de vacaciones durante 15 días, durante los cuales continué con la Dieta San Miguel(DSM) que ya me permitía comer frutas. También quité de la dieta al aceite de oliva, intensifiqué mi jornada de ejercicios y siguieron las derrotas en el campeonato “Verano 2009”.

No sé cómo llegó a mis manos una colección de 4 DVDs de Zumba, en uno de ellos explicaban como realizar unos ejercicios muy buenos para los abdominales y el resto eran de baile, la primera vez que los vi fue solo por curiosidad, la segunda vez ya estaba, sin darme cuenta, tratando de imitar los movimientos del instructor colombiano.

Según la ahora famosa DSM para lograr resultados óptimos es importante ejercitarse, salir a correr era una buena alternativa, pero por cuestiones de tiempo y comodidad decidí correr sin salir de casa, en otras palabras, le daba vueltas a mi sala como un trompo. Daba 300 vueltas corriendo y caminaba 20 más para quitarme el mareo. Analizar las reacciones de la gente cuando me veían a través de la ventana dando vueltas en la sala da como para un post entero.
Aviso parroquial:
Si alguno de ustedes está interesado en formara parte de Perúlivingroomrunners páseme la voz. Se sorteará entre los 10 primeros inscritos un tomatodo para bebidas frías.


Pasan las semanas y siguen los premios
Los resultados de la DSM, el zumba y la carrera en sala ya se notaban, en mi peso y en mis medidas, mi cuello volvió a la normalidad, la familia de patitos sonreía al verme subir en la balanza. En la competencia comencé a destacar nítidamente, tomen nota de los premios que gané: Un tarjetero(¿?), una tabla de picar, una botella para aceite de oliva(que felizmente se rompió), un plato para ensaladas con tapa. Si no ocupaba el primer lugar ocupaba el segundo, me convertí en una celebridad WL que no usaba productos WL. A estas alturas “la pesada” y su esposo eran mis hinchas, el “gordito” quería ser mi discípulo y ya me había acostumbrado a Memo y a su hablar paisa.

Ese enanito traicionero
Todas las reuniones se realizarían los días lunes en las oficinas WL a excepción de la última, que se iba a realizar un viernes en otro local más amplio con todos los demás grupos(16) de Lima que se encontraban compitiendo en el RCP, ese mismo día sería la Ceremonia de premiación de los dos ganadores de cada grupo. De acuerdo a lo que yo había entendido en esa reunión se pesaría y mediría por última vez a los participantes, pero faltando 8 días para el final(un jueves) me volvió a llamar por teléfono V, para decirme que el Lunes siguiente sería la última toma de medidas y que el viernes sólo se iba a realizar la premiación, es decir, ya no quedaban ocho días sino sólo 4. La noticia me alegró porque significaba que los contrincantes tenían menos tiempo para poder alcanzar mi peso. El “Pelao”, que era mi más cercano perseguidor, estaba pesando 3 Kg. más que yo de acuerdo a los resultados de la última reunión(lunes anterior) y si le sumaba lo que había bajado esa semana (casi 1,5 Kg.) era casi imposible que alguien me alcance y que viva para contarlo. Así que me relajé, durante esos días no hice ni ejercicios ni livingroomrunning.

Al llegar ese lunes me di con la sorpresa de que lo que me había dicho V no era correcto, la competencia seguía hasta el Viernes(4 días más). ¿Quién le había dicho a V que la última toma de medidas era ese lunes?
Respuesta en el título de aquí arriba.

CONTINUARÁ...

sábado, 27 de junio de 2009

EL RETO (1): ¿Cómo me metí en esto?

Si la memoria me lo permite
La memoria me falla mucho últimamente, me falla para marcar un número telefónico y me falla hasta para visitar un blog… espero que esta vez no me falle tanto y pueda (por fin) contar una historia que quiero contar. Veamos, ¿por dónde empiezo?

Mi situación
Eran días en que mi balanza mecánica, que compré ante la insistencia-sugerencia de Gina a treinta soles*, descansaba casi olvidada en un rincón. Cuadrada, blanca y con una familia de patitos desfilando inmóviles debajo de la pantalla que tiene pintada la línea roja que debería decirme cuanto peso, en una esquina de un cuarto donde hay muchas cosas olvidadas.









En esos días no era necesario preguntarle a mi balanza cuánto pesaba, bastaba con mirarme de puerco entero, diría que estaba cerca de los 80 kilos. Y mi estado físico…ja!! Mi estado físico era calamitoso. Hacía una semana que había comenzado el campeonato de Mini-fútbol “Verano 2009” de la empresa donde trabajo(¡Lo hacemos con energía!) y en el primer partido pude “jugar”, si a ir de un lado a otro se le puede llamar así, solamente diez minutos, el juego continuó después, pero yo me quedé en el segundo 59 del décimo minuto. Desde la banca me preguntaban si podía continuar y yo ni siquiera tenía fuerzas para contestar; ¡Cambio!- le gritaron al árbitro- y yo respiré aliviado. El segundo partido fue mejor, logré completar un tiempo de 15 minutos y pude reingresar los últimos cinco del segundo tiempo de nuestra segunda derrota.
En resumen: estaba para el gato.

La llamada/propuesta de V
De los ocho hijos de nuestra misma madre que somos, el más distante con respecto a los demás siempre ha sido V, es distante geográficamente, es distante físicamente, es distante en su manera de ver el mundo. Es distante, pero no por eso es menos querido. Por eso, por lo distante, me sorprendió mucho que me llamara por teléfono un jueves cualquiera.
¿De qué se podía tratar? No había ningún cumpleaños cerca, ni aniversario que festejar, ni deuda que cancelar y ya ni hablemos de su negocio de “Wonder life” en el que ni a balazos me metería, como se lo he dejado bien claro muchas veces.
Pero estaba subestimando el nivel de persistencia de V.
Sí, se trataba de “Wonder life” solo que esta vez la propuesta era algo diferente, esta vez no implicaba formar parte de los engranajes que mueven y llenan los bolsillos a los generosos dueños de “Wonder life”, al menos no directamente.

Y hasta aquí llega lo que debe ser el prólogo más largo de un post que se haya escrito jamás, con ustedes LA PROPUESTA:
V quería que participe en un concurso llamado El Reto de Control de Peso.

¿Qué tal el nombrecito? Claro, toda actividad de Wonder Life tiene que tener un nombre impactante, sino no se nota que es UNA ACTIVIDAD DE WONDER LIFE, y para darle más realce al asunto no se le llama El Reto de Control de Peso, no, No, NO, eso de llamar a las cosas por su nombre ya pasó de moda, se le debe llamar el RCP como para ir más de acuerdo con nuestros tiempos**.


Las Reglas del Concurso
• El RCP consiste en juntar un grupo de aproximadamente 30 personas que deseen bajar de peso o que deseen el premio por ganar el concurso.
• Cada uno de los concursantes debía aportar la irrisoria suma de S/.90.
• Los concursantes serían pesados y se les tomaría las medidas de caderas y cintura.
• El primer premio era S/.1,500 y el segundo premio S/.500
• El que lograra bajar más porcentaje de su peso en 7 semanas ganaría el primer premio y el que bajara más centímetros sumando caderas y cintura se llevaría el segundo premio.
• Se harían controles semanales de peso y se premiarían a los que bajaran más peso en el transcurso de la semana.

Participo o no participo: razones de peso
Quedé con V en que le iba a responder al día siguiente si participaba o no en el famoso “RCP”
Había que poner en mi balanza de patitos imaginaria los pros y contras de participar en el RCP:
1. El premio era de 1500 soles, participo.
2. La inscripción era de 90 soles, no participo.
3. Estaba cerca de llegar a los 80 Kilos, participo
4. Se trataba de UNA(1) ACTIVIDAD WONDER LIFE, no participo.
5. Podría demostrarles que sin usar sus productos(0) se puede bajar de peso, participo.

Haciendo números: 1500-90+80-1+0= 1489
1489 razones para participar, ya estaba decidido.

La Respuesta, el reto y el Protocolo
Fui claro(otra vez) con V, iba participar, no iba a comprar ni vender ni un gramo de su producto y, a pesar de eso, -le dije- ganaré y verás que no se necesita de esos menjunjes para bajar de peso. Ese era el verdadero Reto: ganarle en sus propios términos.
Desempolvé mi balanza de patitos, la real, para ver en que condición me encontraba. La línea roja indicaba 77 y medio, recordaba que hace muchos años, cuando mi “pellejo” y yo éramos tortolitos, pesaba 64; es decir, tenía algo más de 13 kilos para bajar, esa era mi meta.
Al día siguiente ya estaban V y su “pellejo” en mi casa con la ficha de inscripción, curioso lo rápido que llegaron cuando en otras ocasiones para venir a visitarme ponían de excusa a la distancia, conclusión: Wonder Life acorta las distancias.
Leí detenidamente las condiciones enumeradas en la ficha y firmé el documento. Ya no podía renunciar, el siguiente paso era: las medidas oficiales…

CONTINUARÁ


* como diez dólares al tipo de cambio de hoy

** Navegando por la red me dí con la sorpresa que a la película que yo llamaba El regreso del Jedi, ya no se le llama así, ahora le dicen TROTJ(The Return of the Jedi), La comunidad del Anillo es: TFOTR(The Felowship of the ring) y así un larguísimo etcétera de títulos, ya no sé ni para qué los traductores se molestan en ponerle un título en español a estas “pelas”(yo también con modismos, por qué no)

jueves, 18 de junio de 2009

Pene

Introducción
Ok, reconozco que el título del post y el subtítulo, así, juntos, sin explicación previa, pueden llevar a tener una incorrecta idea de lo que será este post. Simplemente se hablará del pene. No de alguno en particular. Y ojo, no es que sea un penólogo, ni que conozca muchos como para dar cátedra (ya veo a alguno uniendo cabos y buscando que tanto he escrito sobre Daniel).

La idea nació hace unos días conversando con grupo de amigos. Me di cuenta que es un tema que gusta a la gente, y del cual se sabe poco o nada. Así que me impuse la titánica tarea de recopilar algunos mitos, algunas verdades, varias curiosidades, una que otra especulación, y, cómo no, la auto observación. Así, sin más, el pene.

¿El tamaño importa?
Definitivamente el tamaño es el tema que más preocupa a los caballeros. Y por más que se hagan los desentendidos, ahí están haciendo ejercicios para alargarlos, comprando pastillas para engrosarlo o usando aparatos para agrandarlos.

Los especialistas (léase médicos, sexólogos, teóricos) dicen que no importa. Que lo que prefieren las damas es el rendimiento, la performance y no el tamaño. Lo repiten, insisten; y ya pues, habrá que creerles, total, para eso han estudiado, para eso se han especializado, para eso están: para que nos digas las cosas como son, para que destruyan los mitos. Así que ya sabes: el tamaño no importa.

Las especialistas (léase esposas, novias, amantes, gays, las no teóricas) dicen que sí importa. Claro, bacán el tema del rendimiento, importantísimo lo de la performance, pero –bajo ningún aspecto- minimizar el tamaño. Es una variable, y la más importante. Lo repiten, insisten; y ya pues, habrá que creerles, total, para eso han practicado, para eso han disfrutado (o sufrido, según se le mire), para eso están: para que nos digas las cosas como son, para que destruyan los mitos. Así que ya saben: el tamaño sí importa.

¿A quién le hacemos caso? Una amiga lo ve sencillo: si el tamaño no importa, ¿por qué siempre hacen los consoladores de tamaños más grande que el promedio humano? Si una chica se consigue uno ten la seguridad –me increpaba- que no se comprará el de tamaño “normal” (que ni siquiera hay), siempre elegirá uno de mayores proporciones, tal vez no el más grande, pero sí que supere al de cualquier ocasional amante.

Marco Aurelio Denegri declara tres cosas que son más importantes que el tamaño del pene. Uno, la erectibilidad. Dos, la durabilidad. Tres, repetibilidad. En buen cristiano: que se te pare, que no te vengas al toque y que tres al hilo es una necesidad, no un mito. No sé si esto es un alivio o no. Bien chistoso Denegri, dice tranquilos el tamaño no importa, solo esto, esto y esto. Es un abuso, cada ítem es más titánico que el anterior.

Pero, aunque no lo crean, también hay quien defiende los tamaños pequeños. En Perú.21 del 03/12/08, Esther Vargas cita a Gabriela Wiener (autora del libro Sexografias y varios artículos sobre swingers en Etiqueta Negra): “Más vale pequeño que grande porque las vírgenes, las estrechas y, sobre todo, las amantes del sexo anal no solo agradecemos uno pequeño sino que lo convertimos en objeto de culto y reverencia”.

Hasta acá el tema de los tamaños, queda pendiente lo de la raza y los tamaños: ¿los negros las tienen inmensas? ¿los asiáticos mínimas? Si alguien nos puede dar opiniones de primera mano, se agradecería. Ya saben, hay que tumbar mitos.

¿Qué? ¿Que no queda claro si el tamaño importa o no? ¡Ya pues! Con mis ¿cumplidores? X centímetros tengo que hacerme el loco. Mejor dejarlo ahí, en duda.

Diphallus
Es que este mundo es de locos. Si ya nos estamos rayando con el tamaño y rendimiento del único pene que tenemos, imagínense que sería si tuviésemos dos. Pues hay quien los tiene. Saquemos cuenta: se dice (no encontré ninguna información seria al respecto) que uno de cada 5,5 millones de hombres tiene diphallus. A ojo de buen cubero, si en Lima somos más de 7 millones de personas pues debe haber uno dando vueltas por ahí. Es más, en nuestro querido Perú de cerca de 27 millones de habitantes, deben haber sus 4 o 5.

Al menos se conoce a uno y es de Bagua: José Luis Coronado. Se hace llamar Pepito Dos Cañones y durante un tiempo fue la comidilla de diarios chichas, vedettes en busca de promoción y hasta algún productor de pornos lo estuvo tentando. Su fama transcendió fronteras y fue entrevistado por Susana Giménez y Tinelli en Buenos Aires.

Esta duplicidad de penes provoca una serie de preguntas y dudas que van desde la incredulidad hasta el morbo. Hay alguien que no tendría problemas en “ver para creer” y hacer esas preguntas morbosas: Jaime Bayly lo entrevisto en el 2007 y dicha entrevista está por toda la red. Así que si les gana la curiosidad, vía YouTube o Google pueden satisfacerse.

Juececito
Casi nadie dice pene. Hay toda una gama de palabras para referirse a él. Como que la palabra pene en sí, es sosa, sin gracia, aburrida. Pero no basta con tener decenas de palabras para hablar genéricamente del asunto. Los hombres y las mujeres también bautizan a sus penes. Y hay de los nombres más curiosos.

Empecemos por llamar al pene con el diminutivo del nombre del caballero en cuestión. Entonces, ando feliz con Juececito, pero cuando la novia se enoja hace un cambio y se transforma en Partecita. Venganza femenina.

Hay también quienes se ponen creativos con esto de los nombres. Eso sí, acá encontramos una diferencia entre los hombres y las mujeres. Mientras los primeros prefieren apodos del tipo Rambo, Exterminador, o cualquier palabra que implique una reivindicación de su masculinidad, las mujeres prefieren apodos más dulces –por llamarlos de algún modo-: mi juguetito (antes de), mi juguetote (después de), mi Mike Tyson, mi delichoco piru lindísimo. Fijarse en el “mi”que suelen usar ellas. Una aclaración: los sobrenombres acá indicados han sido referidos en su totalidad por amigos, para que no piensen que me los voy inventando. Incluso el cine da su aporte: Por ejemplo en “Alguien tiene que ceder” el de Harry Sanborn (Jack Nicholson) se llama Mr. Midnight o en “Como perder a un hombre en diez días” la maleada de Andie Anderson (Kate Hudson) le baja la moral a Benjamin Barry (Matthew McConaughey) poniéndole de apodo “Princesa Sofía”.

Ahora, si ustedes se sienten muy orgullosos del nombre de su pene (o el de su pareja) acá les paso el dato de una empresa en la que pueden registrar dicho apodo y obtener un certificado de autenticidad para nombres de pene: http://www.nameyourwang.com/

¿Qué? ¡Tú pene no tiene nombre? ¡Ya pues! Acá te doy una ayudita: una página web en donde con ingresar tu nombre de pila, te generan uno automáticamente. La dirección es http://www.blogthings.com/penisnamegenerator/ Por cierto, a mí me salió King Kong. :)

Se acabó (¿Qué? ¡Ya?)
No, no, no hablaremos acá de la eyaculación precoz. Lamentablemente el post se ha alargado demasiado. Así que debemos cortar la disertación.

Pero quedan hartos temas por tratar como el mencionado de la eyaculación precoz, los casos de penes cortados, penes famosos (y hasta santos), la disfunción eréctil, las razas y el pene, el Viagra, gays (cuando los penes buscan penes), el pene después de los 30, de los 40, de los 50, y varios otros aspectos que están en el tintero. Y por supuesto, el aporte que puedan dar a través de los comentarios, que será más que valioso.

J^P

viernes, 5 de junio de 2009

Carrera

- Yo tengo mi arma, ya no salgo así no más sin ella, usted sabe, en cualquier lugar a uno lo pueden cuadrar, sino, hago mis disparos al aire para ahuyentarlos.

El sexagenario conductor le empezó así a relatar su historia. Teniendo como testigos el sucio trapito rojo sobre el tablero de su destartalado Nissan, y un par de historietas de espagueti western que tenía delante del timón, continuo su relato mientras conducía bajo la garúa fina de la mañana fría.
- yo estuve en lista negra, por andar detrás del Abimael, un día le tomé una carrera a un gringo, que iba a hacerse su examen psicológico para sacar licencia de portar armas, y me estaba conversando, me sacó su cuete y me dijo que lo acababa de comprar, que si quería cualquier día me podía enseñar a disparar. Yo me reí en su cara, abrí mi guantera – mientras repetía el mismo gesto – y le saqué mi carnet – mostrándoselo al circunstancial cliente. Estuve veinticinco años en el ejército, le dije, y he manejado de todo, desde smith and wesson’s hasta UCI, pasando por FAL’s, M´s, hasta que por fin pude conseguir mi Lugger, la alemana, nueve milímetros. Esa la ando hasta ahora. Es que fui un huevón. Habiendo estado en zona roja, pasé a destacarme en Lima, donde me retire de la carrera militar, y cuando pasé al retiro entregué todas mis cosas. Un día me encuentro con el negro Canterac y me dice “¡Negro!, ¿entregaste tu arma?”, “si” le dije y luego “eres un huevón, esas vainas no se entregan, después, ¿cuando te cruces con un rojo cómo vas a hacer? Tu sabes que nos tienen marcados, por andar allá arriba arrinconándolos y estar detrás del jefe de su jauría”, con el tiempo me cruce con el Negro Quiñónez, el Negro Landauri, el Cholo Crespo y sus comentarios iban siempre por ese lado. Yo me resistía, no quería cargar cuete, hasta que un día me atracaron, les hacía una carrera a dos chicas que regresaban del aeropuerto, flaijostes creo que les dicen, ¿no?, bueno, una de ellas bajaba cruzando el puente, en Carmen de la Legua y en eso que se baja, en eso que suben dos cunchesusmares, y a la que había bajado la volvieron a meter adentro, uno me colocó el fierro en la nuca y me hicieron dar la vuelta en U. Entramos por Playa Rímac, era tarde de noche, felizmente a las germitas no les hicieron nada, no cargaban grandes cosas, diez soles tenía una y a la otra le quitaron su celular; a mí me quitaron la que tenía guardada para la gasolina. Me metieron un quiñe y se bajaron a la volada. Luego de eso nos fuimos para la comisaría, allá medio que se burlaron de mí, como a un verde le iban a pasar estas cosas. Yo me aguantaba no más, tombitos monses me decía, ya los hubiera querido ver allá donde estuve metido tantos años, fácil se hacían la pichi todititos ellos. Las flaquitas estaban empinchadas, se habían empecinado a acusar a los tombos de conocer a los choros y no ir tras de ellos. Yo creo que no tenían nada que ver. Iba distraído, sin embargo, no pudo dejar de prestarle atención. Su vehemencia al narrar el relato lo iba capturando. De ahí conseguí mi fierro – continuó – ya me habían ofrecido una UCI, pero era demasiado grande, verás, de esas que tirar ráfaga y tiro por tiro, a los nuevos los entrenamos con esas, unos señores cuetes. Pero ¿qué voy a andar haciendo luz con ese cañón?, me meten bala de frente antes de sacarlo. Cómo la cagué, no debí haber devuelto mi arma, tenían razón mis patas de la promo, esas cosas no se devuelven. Vaya a usted a saber cuando lo estarán marcando a uno. Sin ánimo de ofender ni ser cortante le indicó que se bajaba en la esquina de la izquierda. ¡Vaya! hasta acá no más, ha sido bueno conversar con usted, ya no se encuentran buenos conversadores en esta época. Un esbozo de sonrisa medio forzada se dibujo entre la comisura de sus labios y ensayó un adiós con ribetes de hasta luego. ¡Yo vivo en Barcelona! Por ahí que le hago otra carrerita otro día vecino – se despidió mientras arrancaba su Nissan amarillo.

Mientras veía al carro alejarse por la pista gris, no dejaba de preguntarse de qué trataban esas dos historietas. Cruzó la pista.

lunes, 1 de junio de 2009

Julbolmaniaco


Se que prometí un cuento hace mas de un mes, creo que al post que siempre regresaré es a aquel de Trujillo donde habla de las cosas que siempre dejamos para después, de ese saludo en la calle que deriva en una despedida del tipo "nos juntamos un dia de estos"...

En fin, para no dejar pasar mas tiempo sin colgar algo por aquí (y créanme que borradores de post he tenido y muchos...solo que, no me logran convencer, algún dia me animeré a enviarlos calatitos no mas para que vean la diversidad de temas que tenía en mente)...regresando...decía que para no dejar pasar mas tiempo sin colgar algo aquí, se me ocurrió, a propósito de un sinsabor que me quedó en la boca después del partido de ayer, hablar de lo mas común (y mas hermoso para muchos...bueno, no tanto...o si...en fin...para discutir) que nos distrae y nos retira de la realidad 90 minutos mas descuentos e intermedio...el futbol pasión de multitudes, o como muchos lo han caricaturizado en nuestros medio...nuestro julbo.

La semana pasada fuimos testigos de una hazaña contadas veces lograda. Un Barcelona de ensueño, no con muchas estrellas (pero las que tenían eran suficientes), si con varios jugadores de sus canteras, lograba el tercer título que disputaba en el año. Antes habían sido la Copa del Rey y el campeonato ibérico los trofeos alzados y la semana pasada fue la Champions, ese campeonato que a los sudamericanos nos parece tan lejano y por eso mismo, tal vez miramos con sana (¡mentira!) envidia. Pero mas allá de sus tres copas, lo que nos dejó este Barcelona versión 2008-2009 fue algo que pocas veces se puede ver, sobretodo en el futbol europeo, tan mecanizado, tan rápido, tan fuerte que las pocas veces que se deja a la imaginación, son pocos los talentosos que pisan la pelota, ponen el freno y te deslumbran con un pase mágico (léase Zidane, Ronaldinho, Hagi, Okocha). Barcelona nos dio un recital de buen futbol, una combinacion de toque, velocidad, pausa, freno, que contó con una sinfónica preciosa. Y así el estadio Olímpico de Roma se convirtió en el Opera House de Sydney.

Pero eso fue allá, lejos, cruzando el gran charco. Volviendo la mirada hacia acá, nos encontramos con nuestro campeonato y todas sus conocidas y bien sabidas limitaciones: toquecitos de fulbito, jugadores sin físico, organización desorganizada y un larguísimo etc que hace que muchos se pregunten como hay quienes aún creemos y nos guste ver este campeonato. Y este post de acá es un ensayo de los posibles porques.

Para empezar, es nuestro, nuestro futbol tiene su historia, nuestra, como nuestro ceviche, nuestra causa, nuestra patasca. Tiene su identidad, que va acorde con lo que somos. Es conocida la frase, cada pueblo tiene al gobierno que se merece. Yo creo que con el futbol pasa exactamente lo mismo. ¿Y por qué seguir creyendo en nuestro futbol? Porque sí. Porque recuerdo que hace muchos años, la gente no creía en el país, renegábamos de nosotros mismos y sin embargo muchos salieron a hacer patria y lo están logrando. Otros tantos escogimos quedarnos y seguir luchando para sacar adelante con nuevas generaciones a nuestro país. Para mi, al mirar nuestro julbo me pasa lo mismo, si no tuviera esperanzas que algún dia las cosas pueden ser mejores, que entren dirigentes que se la peleen por su país, que se deje de lado el apagaincendios y el oportunismo de nuestros clubes y encuentren la manera organizada de trabajar, hace rato hubiera pateado el tablero y me dedicaría a hacer barra con bombo y todo a nuestro Ajedrez que también nos da muchas satisfacciones.

Porque el julbo es del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, y eso me lo demuestra, al menos este año, ver nuestros estadios de provincia llenos, atiborrados de gente ávida de ver a sus equipos locales disputar sus mejores partidos contra tres o cuatro equipos capitalinos. De alguna manera, ver disputar los partidos de los capitalinos contra un Inti Gas o un Sport Huancayo, me llevan a imaginarme que hubiera sido si Arguedas o Alegría les dedicaban aunque sea un cuento.


Porque tenemos nuestra emoción y nuestros bloopers, y para muestra basta un botón. Ayer, me mordía las uñas viendo estrellar en el parante un disparo casi perfecto de Quinteros en el arco de Cisneros, a los pocos minutos, Fernández dibujaba un sombrero de paja ante el mismo arquero y la pelota, por mediación divina reflejada en su naturaleza viva y los efectos de la altura hacían que el rebote sobre la línea fuera cual pelota uvita de viniball y se alzara mas de lo que normalmente lo haría en el llano, y se estrellara esta vez contra el travesaño negándonos la oportunidad de gritar gol y escuchando como mi sobrino (en el otro cuarto) sufría como sufría yo, aunque no me lo quiera reconocer. Y sin embargo, en el último respiro, en el último aliento del partido, en una clarísima posición adelantada, un mosca Ávila nos repasó con un contragolpe mortal, en complicidad con el juez de línea.


Y podría seguir con mas teorías, con mas hipótesis, con más ideas, pero dejemos a la discusión abierta el tema y en los comentarios nos encontraremos. A propósito, olvidé decir que mi sobrino entró la semana pasada a la selección del futbol de su salón para las olimpiadas del colegio. No quiero pecar de ser de aquellos que ven en su descendencia lo que no pudieron ser de chicos, pero no puedo evitarlo. En el colegio fui malo, malísimo (y lo sigo siendo) para jugar julbo, por eso mi posición mejor aprovechada en el campo es de arquero; y ver ahora a mi sobrino, haciendo una pintura, tal vez sin querer, en el campo de su cuarto grado de primaria, y hacer que me pare de donde estoy sentado, para verlo jugar, me da cierta satisfacción inmerecida (seguramente mis propios hijos tendrán los dos pies izquierdos como su padre, aunque si me sale mujercita seguro que la meto al futsal).

lunes, 25 de mayo de 2009

vuelosuchen

no es una carta abierta pero me divertí escribiéndola así que se las copio y pego y modifico poco y pluralizo para que ven mi proceso mental lleno de kilos de caramelo encima y mira cómo miro la pantalla:

***
queridos, no confíen en american airlines. mentira, no confíen en las aerolíneas en general. creen que les caen bien y cliqueas así indiscriminadamente. ¿$391 la ida, $403 la vuelta? es como para exclamar un "no jodas, ¿de veras?" y paf, cliquean indiscriminadamente, ya te lo dije. entonces están felices pensando que sus mamás, exageradas ellas, estaban siendo exageradas realmente cuando dijeron que habían encontrado unos a $890. ja, piensan, $794, la hice linda. pero no pues, es mentira. se olvidaron de añadir los $274.50 por impuestos y cargos adicionales por persona. ah, sorprendidos, ¿no? sí, así es. el vuelo sale entonces a $1068.50 y si no me creen agarren una calculadora. ¿vieron? sí. bonito, ¿no? bonito para ellos. habrase visto.

bueno. ahora piensan que, bueno pues, ya sabían que cobran sus impuestos más. pero igual. se sienten estafados. felizmente existen otras páginas como despegar.com y yahootravel

en despegar irían en delta. la vaina está a $659, pero los impuestos son los más (... demonios qué difícil no sacar alguna lisurilla que graciosamente grafique la indignación ante tamaño costo) caros. $311. ah, qué, ¿el total dicen? ah, sí; $980.

en yahoo travel la mezcla es total. manya. no sabían de esa otra aerolínea northern algo. espero que no sea de esas que se caigan. no creo, piensan luego, los gringos son bien paranóicos (y pollos). allí la cosa les cuesta, el chiste les vale a $601.00 la unidá, más $251.39 de taxes y fees, como les dicen ellos y así el costo total es de $ 852.39. hasta los impuestos son más baratos pues (eso amerita un "no jodas, pues, es mucho más barato")

habla, piensan refiriéndose a mí, vao con el alternativo. ya pe, ya.

aLexandra.

pd: mañana luego de la embajada. en la noche. en la noche compro el coso. apenas me devuelvan mi paspor con mi visa sellada. apenitas nomás. hasta el día en que venza. no tengo planes pues, qué le voy a hacer. me voy y me quedo hasta cuando pueda. lorneo, conozco, siento. ya. se acabó. hay que aprovechar, pe.
***

pero como que no es justo, ¿no? es decir, ¿y qué con la porcina? bajen los precios, oe.

viernes, 24 de abril de 2009

KISS: Crónica de un des-concierto

Y llegó el día del concierto. Empieza la mañana y termino de ordenar las cosas para –al contrario de otras ocasiones- llegar temprano al evento: cancelar cita con mi sicóloga, confirmarle a mi jefe que trabajaré hasta la una de la tarde. Tengo un lugar seguro en donde siempre guardo entradas, pasajes, documentos u otros papeles importantes. Y si bien tengo la seguridad que ahí están, de tanto en tanto reviso para confirmar que no he perdido lo imperdible. Vuelvo a ver si tengo la entrada en mi lugar seguro, y ahí está. Nunca había comprado una con tanta anticipación.

El grupo de gente que asistirá conmigo es algo numeroso:  mi hermano y cuatro amigos, dos suyos, dos míos. Todos se han animado recién el lunes, y obviamente no tienen entradas. Las compraré vía web y que me las lleven a la oficina. Pero la página de TuEntrada no me las quiere vender. Imagino que por la cercanía al show. El asunto es que ya no se pueden comprar las entradas por este medio. “En fin, el mismo martes a primera hora voy y ya”, me dije. Sin embargo, no hay, “están agotadas”, me dice la señorita de Plaza Vea, ofreciéndome otras a 92 soles. Busco seis entradas y no hay una sola. Solo queda ir a comprarlas antes del concierto. Bueno, no es la primera vez que lo hago. Además, tengo tiempo para ir temprano, así que tranquilo. Y siendo un poco egoísta me digo que al final de cuentas los que se demoraron en decidir ir al concierto fueron ellos, yo ya tengo mi ticket. Pienso un poco más y hasta imagino que tal vez las consigan a mejor precio, grrrr, reniego.

Regresando al martes, tres de la tarde buscando un polo negro para usar, y caigo en la cuenta que no tengo uno solo. Salí al Plaza Vea que tengo a dos cuadras de casa, y solo había uno, aunque la leyenda era algo graciosa: "Quiero ser fiel pero el destino me lo impide". Tres y media y ya estaba listo, a llamar a todos para coordinar. Coordinado. Seis de la tarde en las afueras de Radio Nacional. Bastante más puntuales de lo que esperaba, fueron llegando uno por uno. Los revendedores todavía se hacían los difíciles: compran, no venden. El ambiente de fiesta era increíble: hartos polos a quince soles, latas de cerveza a tres por diez, pintacaras y carapintadas, y hasta un kekiss, un keke en bolsa de Kiss.

Ya está oscureciendo, mucha gente alrededor. 90 soles la popular que me costó 48. Un amigo –docto en la materia de comprar entradas 15 minutos después de empezado un concierto- dice que hay que esperar que los precios bajen, mientras tanto, una ronda más de tres por diez y esperamos que les pinten la cara a otro amigo y a mi hermano. El asunto de las pintadas demora regular por la gran cantidad de gente que espera por su disfraz; así que, ya sobre las 7.30 p.m., damos una vuelta más para ver cómo están los precios. 120 soles, parece que todos se han puesto de acuerdo, y de hecho que sí, tienen celulares con los que se pasan el dato de cuanto cobrar. “Se aprovechan que la gente está algo inquieta”, nos decimos como para darnos un respiro y esperar que bajen. Cuando le contamos a los otros, la cosa se pone algo tensa. Mi hermano, que vino desde Chiclayo, está inquieto, todos lo tranquilizan: ya bajarán. En el fondo pienso, hasta 90 atraco, porque -yo de buena gente- le ofrecí regalarle la entrada a mi hermanito por su último cumpleaños. Al parecer ya empezó Leucemia, se escucha algo de bulla. Hay más gente que hace un momento, siguen llegando, las colas para las pintadas de cara están alucinantes. Todos lo canales de televisión están presentes, a mi hermano lo graban en plena pintada los de Enemigos Íntimos y le preguntan un par de tonterías. Ninguno de nosotros lo verá. Que llame a mi mamá para que lo grabe, me dicen todos. “No logro comunicarme” les respondo con celular en mano (en realidad ni lo intenté). “Fácil que entre tanto material ni lo sacan.” Creo que le estamos dando tanta importancia a estas tonterías porque en el fondo tememos no encontrar entradas. 8.20 pm, caras ya pintadas, colas interminables para entrar, revendedores sin entradas populares, hasta que encontramos uno: 150 cada una y solo tengo tres.

Se acerca la hora del show, 9 p.m. Todo es festivo alrededor, cada vez hay más gente, ya empezaron las rebajas: polo más chela 13 soles. Pintada de cara más polo, 15 soles. Los kekiss volaron, y una señora se pirateó la idea: panes con pollo a sol cincuenta y en las bolsitas blancas ha puesto con plumón y letra estrafalaria KISS. La gente grita, corre, las colas en vez de reducirse crecen, ya perdí las esperanzas de pagar menos de 100 soles por la entrada de mi hermano, pero queda una posibilidad: “que empiece el show y van a ver como bajan”, dice el amigo de mi hermano. Uno de mis amigos me dice, “vende tu entrada a 150 y nos invitas un trago en el Queirolo”. Los demás lo abuchean, no quieren darse pon vencidos. La idea no me parece nada despreciable. Mi hermano, ayudado por el alcohol que ha tomado, está más ansioso aún, buscando culpables del ya casi evidente fracaso de la noche. Los demás, nos tomamos las cosas con calma, si se puede chévere, sino, normal. Pucha, yo quería entrar, ummm, ¿si me hago el molesto, y digo que me voy a casa, pero entro? No, no sería capaz de hacerlo, no soy capaz de hacerlo. Mi hermano sigue jodiendo...

Veo mi celular, y ya son 8:59 p.m. Les voy a comentar -entre puro revendedor que quiere comprar las entradas que te sobran- que ya son las nueve, cuando se escucha una explosión, miramos al estadio, y la bulla es evidente, acaba de empezar el espectáculo. “¡Qué puntuales!”, digo. Mi hermano está insoportable, sus amigos tratan de tranquilizarlo. Mis amigos ya están alucinando lo que harán con el dinero de la entrada que venderé. Y yo... ¿y yo? No sé qué pensar, no sé qué hacer. Las colas siguen interminables, al combo del polo y chela le han agregado un "pancho". La fiesta sigue afuera, pareciera que nadie a entrado al estadio, hay demasiada gente, muchos como nosotros, sin entradas, ya tiraron la toalla, están cheleando, 9:15 p.m., los revendedores siguen buscando entradas para comprar, le pregunto si tiene de popular: sí, 180 flaco, me responde. "Vámonos" dicen mis amigos, los demás asienten, miro a José, y veo su cara de frustración, de tristeza, de pena, "¡mierda!" me digo a mí mismo, saco la entrada, y se la doy, "entra" le digo. Mi relación con él nunca ha sido buena. Si bien el alejamiento ayuda a que nos llevemos mejor, las cosas siempre son complicadas. Ver como cambió su rostro me hizo sentir bien, no creí ser capaz de generarle tanta alegría. Me abraza, y le digo "métete antes de que me arrepienta, lo que tienes en tu mano vale casi 200 soles". Desaparece. Miro a los otros, y les pido que no me digan nada. Solo que me sigan. Las explosiones en el estadio seguían, la algarabía afuera seguía, el tipo vendiendo la última entrada popular que le quedaba a 180 seguía, el mundo seguía... sin importarle que yo estuviera afuera cuando en el fondo creía que lo justo era que estuviese dentro.

Me siguen, subimos a un taxi, y nos vamos al Mavery, un agradable lugar donde se come buenas pastas y una empanadas exquisitas. Y bueno, todos nos miraban gracias al carapintada. Empanadas, pastas y vino. La velada fue muy agradable, con conversaciones interesantes, bromas por doquier y brindis vanos. Al borde de la medianoche damos por terminada la noche. Al salir, nos despedimos, uno a uno fueron tomando sus taxis hasta quedarme solo. Estaba a una cuadra del malecón de La Marina, así que crucé la Av. Del Ejército y llegué hasta un solitario mirador que ha sabido escucharme en múltiples ocasiones.

La noche estaba fría y una melancolía incomprensible me estaba invadiendo. No había una copa de vino que acompañe. No había una taza de café. No había siquiera una coca-cola helada. Lloré por un rato celebrando mis fracasos. Las olas iban y venían sin cesar. Los luces de los carros pasaban a toda velocidad. La cruz de Chorrillos estaba más luminosa que nunca. Se me acerca un sereno, me pregunta si estoy bien, le respondo que sí. Me queda mirando, me incomoda un poco. “Mira amigo, si estás triste no es una buena idea que estés acá, tú sabes, la gente siente la tentación de tirarse”, dice mas incómodo que yo. “Gracias, chau”, le respondo. Acaba la noche para mí.

J^P

martes, 7 de abril de 2009

DESAPARICIONES

Enrumbaba con su clásico paso cansino en la dirección del viento, mientras una hoja de abedul que se había desprendido dando inicio al invierno, terminaba con su último hálito cayendo en círculos concéntricos, subiendo y bajando, como quien se resiste a morir y caer en el olvido. Aún brillaba el sol, pero era un brillo soberbio y risible. Un brillo que sólo servía para dar color al entorno. Un brillo que él notaba imposible, que le parecía una burla. Como su esencia más íntima.

El entorno no era muy agradable. Un paraje yermo, líneas difusas en el horizonte plano en el que al final se adivina una colina. Perros famélicos alrededor; algunos todavía trotando, otros yacen rodeados de moscas. El cielo celeste, despejado pero generando sombras que giran en círculos en torno a los perros, cada vez más grandes, cada vez más cerca. Algunas sombras se habían posado ya sobre su festín, graznando y engullendo algunas formas viscosas y rojas, cerrando el círculo. Finalmente, a ellos también les tocará yacer y ser cubiertos por las sombras de primos, hermanos, amigos. Nada personal, es sólo su papel en esta obra.

Sigue su camino con pies de plomo, su interés inicial en las sombras ha desaparecido por completo. Su interés, en general, parece haber sido eliminado. Camina porque está caminando. Con la mente en blanco, sin destino, sin meta, sin objetivo. Camina, siempre hacia delante, sin mirar, sin disfrutar…

De pronto, escucha algo, que lo perturba, que llama su atención… Mira alrededor y nada, ningún ser capaz de articular algún sonido tan humano, tan lastimero… Siente sangre en los labios, discurre por la comisura y mancha su camisa blanca almidonada y pulcramente planchada… Comienza a ver en matices rojos. Lentamente se desangra por los labios, no puede articular sonido alguno, no quiere articular sonido alguno… Los perros ya no son perros, son seres humanos, sin rostro. Seres como tú, como yo, como cualquier hijo de vecino. Revolotean moscas, acariciando las sombras que devoran sus entrañas, deseando que sean más para acabar más pronto. Pero a su vez deseando que él los vea, que sienta el dolor como suyo. Lo viven mientras mueren. Lo viven una vez y mil veces muertos…


En ese instante lo alcanza una figura de las entrañas de la tierra, a su lado. Inmutable. Con una postura cínica, palpable a pesar de la distancia, indignantemente cínica. Pero está encadenado. Parece que fuera al cadalso con una sonrisa socarrona, pero vacía. Como si se aferrara a su cinismo para no verse vulnerable, para no mostrar el miedo que lo corroe. A pesar de todo sabe que ha perdido. Los cadáveres lanzan vítores (en un idioma extraño, ajeno) a su paso, pero no por él, sino por su destino. Están conformes a pesar de no tener rostro y de ser devorados. Se sienten como revindicados pues saben que el cínico no quedará impune. Los que están cerca de otro se arrastran y se cogen de las manos. Si tuvieran rostro estarían sonriendo… El cínico se detiene en un montículo de tierra, custodiado por dos guardias sin rostro, al lado del camino. No tiene sentido que siga caminando. Quedará ahí hasta el fin de los días para que todos los viajantes, al verlo, sepan porqué está ahí, porqué quedó ahí ya que los guardias lo encadenaron al suelo y colocaron un cartel en un idioma indescifrable, aunque da la impresión de ser quechua, ya que se lee tan ajeno como los vítores de los cadáveres…

De pronto desaparece ese cuadro bizarro, no hay ni perros ni humanos, sólo él que sigue caminando, sin dirección fija, ni objetivo aún, pero con la esperanza de no volver a encontrar cadáveres gratuitos sembrados en su camino. Con la esperanza que se puede ser mejor, que, aún sin rumbo, se puede conservar la humanidad y se puede conservar el sentido mismo de la vida, que se puede ser, sin eliminar a los que no son. Con la certeza que pronto esa herida que le manchó la camisa y que ahora le impide hablar, algún día cicatrizará... Y con la esperanza que algún día, encontrará su camino.

martes, 24 de marzo de 2009

Galaxia

Capítulo I. Después de la decisión
Parte 1
La decisión fue tomada. La utopía estaba casi concluida. El tiempo, qué es el tiempo, el tiempo sólo existe para aquellos que creen que existe. La realidad, las realidades, los universos, los antiuniversos, todo llevado, ya, sin el principio básico de la historia. El albedrío, la individualidad llegaba a su fin. La libertad del todo (aunque minúsculo), estaba cerca.

Han pasado 200 años desde que Trevize tomó la decisión más importante de la historia, aquella que permitía que la filosofía de la unidad desarrollada hace más de 20 mil años, por fin tenga una desembocadura factible y el todo se convierta en real.

El plan psicohistórico de Seldon, continuó de manera increíblemente perfecta en este periodo de tiempo, el inimaginable desarrollo físico, mecánico, genético y neurológico de la primera Fundación estaba en su albor, todo lo que las más fantasiosas mentes podrían imaginar, ya se había realizado, claro, excepto aquello no permitido desde que el eje del tiempo fue tomado por las leyes de la robótica. Sin embargo, todo este desarrollo era un débil paliativo, frente a la evolución casi divina de la segunda Fundación, no sólo podían controlar las mentes, ya sin producir las fisuras detectadas en los cerebros por los equipos neurológicos de la primera Fundación, sino que en su afán evolutivo y finiquitador del plan de Seldon, se impusieron la monumental tarea de controlar las emociones, justo como el Mulo lo hizo (cosa que les va a servir mucho, no contra la primera en una eventual guerra, sino contra el Apocalipsis). Los de la segunda Fundación, además poseían material bélico, capaz de detonar en el momento indicado, cualquier sistema solar con todos sus planetas y habitantes, de tal manera que las crisis Seldon sean creadas en el momento exacto y sin correr los riesgos de otra perturbación como la del Mulo, o un ataque inesperado por alguna facción subversiva de la primera. Todo iba perfecto, la fusión de las Fundaciones, a pesar de no estar concluida aún, iba cerrando el ciclo de un plan creado por un humilde humano hace ya más de 800 años.

Fallon Chandrasekhar III, es un adolescente (en el sentido humano de la palabra) de 14 años, sólo conoce a una persona, al que por ese sentimiento humano que ninguno de los 2 debería poseer, llama padre. Fallon vive en la Luna. Fallon es el tercero de una raza muy especial (los solarios), y aunque ahora está muy cambiado respecto a su padre y mucho más a su abuelo, todavía lleva en algún lugar dentro suyo el resentimiento heredado por lo que no conoce. Fallon, posee una inteligencia única, todo su cuerpo es una obra de bioingeniería hermosa. Es capaz de comprender y controlar cada enlace molecular que posee cada gen, dentro de cada célula, en cada tejido de su cuerpo. Sus órganos, no tienen las funciones humanas en general, sus sistemas son mil veces más eficientes, en el fondo su padre y su abuelo no murieron, se reciclaron en él. Ahora está comprendiendo su organismo a nivel atómico y subatómico, pero cada vez que ingresa más a profundidad, siente que todo se le acaba, un vacío de billones de años aparece. Cuando se trataba de tejidos, células, genes, todo era hasta divertido, crear transductores biológicos, para hacer que la energía haga lo que él deseara a voluntad, se había convertido en un pasatiempo de lo más imprescindible, las energías grandes, como la calorífica, química, mecánica, hidráulica, eran manipuladas como cuando un niño maneja un dado. El problema eran las fundamentales. La concentración era inmensamente mayor, el nivel de dificultad para controlar la energía nuclear fuerte o la débil, era casi imposible para él, incluso con la evolución casi instantánea con la que su cuerpo y mente mejoraba de manera significativa (la máxima velocidad de mutación llegaba a ser de nanosegundos), de acuerdo al algoritmo desarrollado por su padre antes de morir, no podía modificar el sentido de los spin, ni romper o crear enlaces nucleares, su propósito no estaba claro aún, pero sabía que esa era la dirección. El control de la energía electromagnética, estaba casi completo, y la energía gravitatoria, pues no implicaba mayor problema, no era necesaria de controlar, porque tendría que difuminar su cuerpo a lo largo de un sistema estelar, lo cual era totalmente impráctico.

Galaxia1a

David Penrose, orador de la primera Fundación, sí, de acuerdo a un arreglo matemático especial desarrollado de manera brillante por Alan Guth a los 13 años (lo cual le valió el título de primer orador de la segunda Fundación), el sistema de gobierno en la primera debería orientarse de a pocos al de la segunda con las diferencias sociales que esto implicaba. No habría un comité de 12 oradores, con diferencias al momento de hablar (en el sentido normal de la palabra), sólo habría un orador, el cual debería estar destinado desde antes de su nacimiento. Toda la parafernalia seudodemocrática que implicaban las ecuaciones, era sólo una máscara para que el elegido se convierta en el gobernante de más de 6 billones de billones de habitantes, a lo largo de toda la doble espiral de la Vía Láctea. Había sin embargo un planeta al que sólo un puñado de hombres había llegado. En este planeta, acaba de aterrizar un adolescente de 14 años, capaz de cambiar todo, capaz de iniciar Galaxia. Fallom III había llegado a Gaia.

Franco

miércoles, 18 de marzo de 2009

CON PERMISO

Perdonen que use el espacio del blog para coordinar la despedida de la chinita del cuerpo latino oriental q tanto queremos jeje, pero no queda mucho tiempo asi que ahì les va:
Yehhhhhh!!!!! hoy se comunico conmigo en la mañana Gina de miguza jejejeje y dizq en su casa se puede hacer lña parrilada-baileton.despedidon-festejodecumple y todo lo demàs!!! yehhhhhhh jejejje
weno tons el viernes a las 9 de la noche les parece bien? por favor lleguen temprano pa q ayuden en la hacedura de la parrishada jiji, bueno conversando con Vida y como va a ser verde q nos veamos antes del viernes todos pues nosotras pondremos para comprar todo lo que sea necesario y ese mismo dìa nos devuelven sino les mandamos un par de chacales, sacando cuentas sale por persona un aproximado de 25 soles que incluirian posho, carne, chorizo, ensalada papa y gaseosa si sobra compramos algo de vino aunq dudo q sobre jeje ya cada quien va con su botella bajo el brazo.
Por favor confirmen requeteconfirmen para hacer las compras si???
Beso a toititosssss
Diana

lunes, 9 de marzo de 2009

Busco Foto (¡Click!)

Cuando era niño odiaba tomar fotos. Bastaba un "click" para que el típico sabelotodo dijera "salió movida". Cuando le obsequiaron a mi hermano una cámara fotográfica lo odié en silencio no tanto por el hecho del regalo sino porque podía hacer algo que para mí era imposible. La situación no mejoró con los años ni con las cámaras; mis fotos siguieron apareciendo movidas, borrosas, ilegibles, logrando que me sienta un fracaso en la materia. No había peor situación que ir a recoger las fotos reveladas y descubrir que el pago y la espera había sido en vano pues ninguna valía la pena. Todavía recuerdo aquella navidad en que E me regaló una cámara fotográfica y también la odié porque era el último regalo que hubiera querido recibir de sus manos.

Pero la situación cambió cuando me regalaron mi primera cámara digital (una todopoderosa Sony Cybershot). De un momento a otro descubrí que no era necesario enfocar, ajustar lentes ni posar. Las fotos, como por arte de magia, aparecían perfectas en la pantalla de la computadora. Si antes me importaba un rábano fotografiarme pues ahora me había convertido en el típico afanoso que se demora cinco minutos para tomar una foto en la que todos aparecen exactamente en el centro del cuadro y sonríen al mismo tiempo en un ángulo de perspectiva perfecto. Y por primera vez me animo a compartir con ustedes tres de mis fotos favoritas. No las mejores pero si las que están en mi top ten personal, categoría animales. (Ag! Que panudo me he vuelto)

Cuando viaje a Chiclayo hice un tour que incluía las pirámides de Túcume. Obvio que en esas pirámides lo único que abunda es tierra y el atractivo turístico es visitar unas malas réplicas de las tumbas mochicas. Me sentía tan aburrido que comencé a observar el paisaje buscando algo que fotografiar y este perro me dio el pretexto perfecto. No quiero escribir mi interpretación de la foto y tampoco quiero mencionar aquellos detalles que la hacen única. Sólo contaré que a pesar de que le silbé para despertarlo este perro abrió un ojo, lo cerró y me ignoró completamente para seguir perdido en el mundo de los sueños perrunos.

El pajarraco de la foto se metió a la jaula de mis loros (bueno pericos y según wikipedia: cotorros) en busca de unas cascaritas de alpiste. Para salvarlo de una muerte inminente no me quedó otra que dejar que mi mano sea atacada a picotazos por dos loros, bueno cotorros, salvajes. Después de sacarlo de la jaula quise darle una utilidad al momento y haciendo acrobacias logré con una mano sacar la cámara de su funda, apuntar y disparar. Luego lo dejé escapar sin mayor contemplación. No se porque está foto me recuerda a mi relación con dC pero tampoco creo conveniente agregar ningún comentario.

Esta llama, alegre habitante del Valle de los Volcanes y conocida por el simpático nombre de "Pachito", se acercó muy oronda cuando me vió con la cámara. Me imagino que está acostumbrada a que los turistas le tomen una y mil fotos. No se si hay algún mérito en fotografiar una llama "modelo" pero me gusta tanto la foto que en algún momento pienso ponerla en mi perfil para identificarme. Una amiga que viajó al Colca se tomó una foto abrazada de ella, lo que me hace reflexionar por qué hasta ahora no tenemos una foto abrazados . Nunca creí que una llama me atrasaría.

Ahora estoy en busca de la foto que me deje la sensación de haber inmortalizado un momento irrepetible. No he seguido ningún curso de fotografía ni pienso hacerlo. Sólo quiero seguir mi instinto, ser libre y dejarme llevar por aquellos genes que mi madre, fotógrafa acérrima, de algún modo me traspasó y que luego de 30 años de letargo decidieron despertar. Ya es momento de un verdadero "click".