Se que prometí un cuento hace mas de un mes, creo que al post que siempre regresaré es a aquel de Trujillo donde habla de las cosas que siempre dejamos para después, de ese saludo en la calle que deriva en una despedida del tipo "nos juntamos un dia de estos"...
En fin, para no dejar pasar mas tiempo sin colgar algo por aquí (y créanme que borradores de post he tenido y muchos...solo que, no me logran convencer, algún dia me animeré a enviarlos calatitos no mas para que vean la diversidad de temas que tenía en mente)...regresando...decía que para no dejar pasar mas tiempo sin colgar algo aquí, se me ocurrió, a propósito de un sinsabor que me quedó en la boca después del partido de ayer, hablar de lo mas común (y mas hermoso para muchos...bueno, no tanto...o si...en fin...para discutir) que nos distrae y nos retira de la realidad 90 minutos mas descuentos e intermedio...el futbol pasión de multitudes, o como muchos lo han caricaturizado en nuestros medio...nuestro julbo.
La semana pasada fuimos testigos de una hazaña contadas veces lograda. Un Barcelona de ensueño, no con muchas estrellas (pero las que tenían eran suficientes), si con varios jugadores de sus canteras, lograba el tercer título que disputaba en el año. Antes habían sido la Copa del Rey y el campeonato ibérico los trofeos alzados y la semana pasada fue la Champions, ese campeonato que a los sudamericanos nos parece tan lejano y por eso mismo, tal vez miramos con sana (¡mentira!) envidia. Pero mas allá de sus tres copas, lo que nos dejó este Barcelona versión 2008-2009 fue algo que pocas veces se puede ver, sobretodo en el futbol europeo, tan mecanizado, tan rápido, tan fuerte que las pocas veces que se deja a la imaginación, son pocos los talentosos que pisan la pelota, ponen el freno y te deslumbran con un pase mágico (léase Zidane, Ronaldinho, Hagi, Okocha). Barcelona nos dio un recital de buen futbol, una combinacion de toque, velocidad, pausa, freno, que contó con una sinfónica preciosa. Y así el estadio Olímpico de Roma se convirtió en el Opera House de Sydney.
Pero eso fue allá, lejos, cruzando el gran charco. Volviendo la mirada hacia acá, nos encontramos con nuestro campeonato y todas sus conocidas y bien sabidas limitaciones: toquecitos de fulbito, jugadores sin físico, organización desorganizada y un larguísimo etc que hace que muchos se pregunten como hay quienes aún creemos y nos guste ver este campeonato. Y este post de acá es un ensayo de los posibles porques.
Para empezar, es nuestro, nuestro futbol tiene su historia, nuestra, como nuestro ceviche, nuestra causa, nuestra patasca. Tiene su identidad, que va acorde con lo que somos. Es conocida la frase, cada pueblo tiene al gobierno que se merece. Yo creo que con el futbol pasa exactamente lo mismo. ¿Y por qué seguir creyendo en nuestro futbol? Porque sí. Porque recuerdo que hace muchos años, la gente no creía en el país, renegábamos de nosotros mismos y sin embargo muchos salieron a hacer patria y lo están logrando. Otros tantos escogimos quedarnos y seguir luchando para sacar adelante con nuevas generaciones a nuestro país. Para mi, al mirar nuestro julbo me pasa lo mismo, si no tuviera esperanzas que algún dia las cosas pueden ser mejores, que entren dirigentes que se la peleen por su país, que se deje de lado el apagaincendios y el oportunismo de nuestros clubes y encuentren la manera organizada de trabajar, hace rato hubiera pateado el tablero y me dedicaría a hacer barra con bombo y todo a nuestro Ajedrez que también nos da muchas satisfacciones.
Porque el julbo es del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, y eso me lo demuestra, al menos este año, ver nuestros estadios de provincia llenos, atiborrados de gente ávida de ver a sus equipos locales disputar sus mejores partidos contra tres o cuatro equipos capitalinos. De alguna manera, ver disputar los partidos de los capitalinos contra un Inti Gas o un Sport Huancayo, me llevan a imaginarme que hubiera sido si Arguedas o Alegría les dedicaban aunque sea un cuento.
Porque tenemos nuestra emoción y nuestros bloopers, y para muestra basta un botón. Ayer, me mordía las uñas viendo estrellar en el parante un disparo casi perfecto de Quinteros en el arco de Cisneros, a los pocos minutos, Fernández dibujaba un sombrero de paja ante el mismo arquero y la pelota, por mediación divina reflejada en su naturaleza viva y los efectos de la altura hacían que el rebote sobre la línea fuera cual pelota uvita de viniball y se alzara mas de lo que normalmente lo haría en el llano, y se estrellara esta vez contra el travesaño negándonos la oportunidad de gritar gol y escuchando como mi sobrino (en el otro cuarto) sufría como sufría yo, aunque no me lo quiera reconocer. Y sin embargo, en el último respiro, en el último aliento del partido, en una clarísima posición adelantada, un mosca Ávila nos repasó con un contragolpe mortal, en complicidad con el juez de línea.
Y podría seguir con mas teorías, con mas hipótesis, con más ideas, pero dejemos a la discusión abierta el tema y en los comentarios nos encontraremos. A propósito, olvidé decir que mi sobrino entró la semana pasada a la selección del futbol de su salón para las olimpiadas del colegio. No quiero pecar de ser de aquellos que ven en su descendencia lo que no pudieron ser de chicos, pero no puedo evitarlo. En el colegio fui malo, malísimo (y lo sigo siendo) para jugar julbo, por eso mi posición mejor aprovechada en el campo es de arquero; y ver ahora a mi sobrino, haciendo una pintura, tal vez sin querer, en el campo de su cuarto grado de primaria, y hacer que me pare de donde estoy sentado, para verlo jugar, me da cierta satisfacción inmerecida (seguramente mis propios hijos tendrán los dos pies izquierdos como su padre, aunque si me sale mujercita seguro que la meto al futsal).
7 comentarios:
¡Vaya! Hubiese preferido que el primer comentario a tu post hubiese sido de alguien que comparta contigo (y con la inmensa mayoría) esa pasión por el fútbol. Pero acá estoy, dudando entre simplemente decir que no me gusta ese deporte rentado o explayarme en la razones, que dan para todo un post.
Simplemente no entiendo como algo tan soso como el fútbol peruano puede despertar tantas emociones. Los futbolistas peruanos son malos, pésimos, así de simple, no hay vueltas que darle.
Simplemente no entiendo como algo tan banalizado por el dinero como el fútbol europeo pueda despertar tantas emociones por estos lares. El Real Madrid recibió 153 millones de dólares por ganar ese partido. El Manchester 90 por perderlo. ¿Creen que queda algo honesto antes tantos millones? Si acá Burga no deja la mamadera por montos irrisoriamente menores.
No sigo, por tiempo y porque no quiero convertir esto en un post.
Bueno, como dice Coco, que hablen los comentarios.
J^P
Aja...gracias J^P, ese era el espiritu del post...y no hay problema que el primer comentario no comparta la pasion por el futbol, es mas, me gusta que haya empezado asi, porque si, tienes razon en muchos de tus alcances y que seguramente comparten muchos mas y no podemos hacernos los suecos, que se hace con tanta plata??? llenar el bolsillo de comechados suizos que apoyan a Burga y compañia.
Futbolistas, peones que siguen a mayorales panzones.
Este gusto se vuelve irracional y coquetea con el masoquismo.
Creí que lo primero que ibas (iban) a reclamar era el hecho de haber cometido el "sacrilegio" de "confundir" al Barza (para los neofitos, es la chapa del Barcelona, yo me enteré la semana pasada :$) con el Real Madrid (para los mismos neofitos, una huevada tipo Alianza y la U de estos lares -claro con las evidentes diferencia$-)
Dejo un tema adicional en el aire: rituales irracionales que acompañam al fútbol (que per se es irracional). Por ejemplo, "si pierde Alianza y empata el Barcelona, a Nadal lo sacan del Roland Garros"; "si veo a mi equipo jugar, pierde, por eso nunca lo veo en vivo"; "Alfredo González, ¡Vuelve!", etcétera.
J^P
no voy a pasarme la vida tratando de entender las millonadas q se gastan los grandes equipos en sus contrataciones....
me basta y me sobre con el golazo q messi le metio al manchester y de cabeza....eso es futbol
lo que sucede mi estimada alborotada, es que en nuestros momentos de calma y luego de cerrar la euforia que nos provoca esas cosas, se nos hace tremendamente injusto el saber que hay todas esas descompensaciones que dejan un sinsabor...es mas, que levante la mano al que no le pico saber que la fifa puede tener mas peso que nuestro propio Estado, nuestro gobierno, o sea...a nosotros mismos...sin embargo, lo tiene. Otra cosa es saber que con toda esa millonada, se pueden solucionar muchos problemas de otras partes del mundo, pero ese es un tema mas complejo que no se si corresponda tocarlo por aca, pero de que la riqueza esta mal distribuida en el mundo, lo está, pero no solo en el futbol.
estimado coco: no solo la FIFA tiene mas poder q el estado peruano....
Tema aparte son los comentaristas deportivos, puajjjjjjjj. Recien ahora, cuando ya no se puede tapar el sol con un dedo es que rajan de Chemo. Hasta entre ellos hay intereses, otro puajjjjj.
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