El eterno retorno nietzcheano le llaman los que se quieren pasar de cultos. La puta vida le llaman los que han pasado por la universidad de la puta vida. Amar, terminar, volver a empezar, volver a acabar, nuevo amor, nueva ruptura, un inicio más, un final más... y así por los tiempos de los tiempos hasta la muerte (o el matrimonio, que para el caso viene a ser lo mismo).
El asunto es que acabar una relación, por más efímera que sea, nos deja en mitad de la calle y desnudos. La soledad, la coqueta soledad se apodera de nosotros, como la amante a la que siempre regresamos, como la incondicional que nunca nos dejará. Pero nosotros solo la queremos para que no duela tanto la ruptura y de inmediato nos lanzamos, cual cazadores en temporada alta, a la búsqueda de la siguiente que nos robará el mes de abril.
Así estoy en este instante, destrozado por la mujer por la que me jugué la primavera y me dejó en un invierno boreal. Hasta la soledad se está aburriendo. ¿Qué hago? Pues me lanzo a ofertarme. Pero debo buscar el medio ideal, no vaya a ser que el remedio sea peor que la enfermedad. ¿Un aviso clasificado en El Comercio? ¿Match.com, latinlove.org, buscapareja.net ? ¿Hi5, Facebook? ¿La discoteca de moda, el café de moda, la playa de moda, lo que sea de moda? No me hallo, no me veo en ninguno de esos lugares, ya sean reales, virtuales o de papel.
Además el asunto no es tan fácil, al menos no en estos tiempos modernos. Se necesita mucha sofisticación: estar a la moda en ropajes y trapos, usar tecnología de punta, ser metrosexual... ¡Carajo! Nada más alejado de lo que tristemente soy.
Un disco borracho para pasar las penas... Una canción que me retrata, que me vende, que me "marketea", que me ofrece tal y como soy, sin más ni menos. Sabina me presenta, lo canto a voz en cuello...
[A VUELTA DE CORREO]
Caballero en edad de merecer,
No sé por qué pero me suena importante. ¡Ya estoy en la edad de merecer! Ahora, no me salgan con que faltaría indicar qué es lo que merezco, ya que si nos ponemos filosófico y místicos, acá debemos acabar con este post.
con un pelo de tonto, cuatro canas
Definitivamente la edad de merecer merece canas. ¿Ven como le vamos encontrando su merecido? Y lo del pelo de tonto también me lo tengo merecido, pero ahí no por la edad sino por una serie de eventos desafortunados.
el pasado resuelto y muchas ganas
ya sabe usted de qué.
Importantísimo esto del pasado resuelto. Siempre uno va dejando cabos sueltos: llamadas que no realizamos, promesas que no cumplimos, deudas que no saldamos, besos que no repartimos... La suma de todos esos pendientes no nos permite cerrar la puerta de los tiempos anteriores. Yo vencí a este monstruo del pasado, solo que me quedaron una terribles ganas de... de... de ustedes ya saben qué.
Informal, ilustrado, manejable
Podría alegar que es imposible no ser informal en un país como el Perú, en una ciudad como Lima, pero sería restarme méritos: con desidia, flojera, desorden y mal humor he logrado ser este ser informal que ahora soy. He pensado trabajar de chofer de combi, pero ni nuestro alicaído transporte público se lo merece. Ya lo de ilustrado es algo que no tiene cabida; en todo caso se debe a que no existe una canción que nos represente al 100%; pero sí que nos represente máximo 99%, como en este caso.
más amigo de gatas que de perros.
Hasta post buscando felina compañía escribí. Los perros ni me ladran, señal que no avanzo, Sancho.
con dos úlceras y una inexplicable
mala salud de hierro.
Principio de ceguera + hernia hiatal + cansancio permanente + amígdalas inflamadas + media dentadura picada + gastritis + riñones que piden cambio + soriasis vulgar (ni siquiera culta, vulgar nomás). Más cosas no me pudieron encontrar, porque no ya no me dejan entrar al Hospital de la Solidaridad, les salgo muy caro.
Solicita con fines poco serios
señora aficionada al adulterio
o señorita de entre quince y cuarenta
(si no los aparenta).
Nadie puede negar lo democrático que soy. Más adelante daré más ejemplos de lo amplio de mis gustos, pero desde ya se puede observar que en asuntos que para algunos son determinantes, no cuentan con este servidor. Que estén las señoras por delante no viene en desmedro de las señoritas. El orden de los factores no altera el producto. Eso sí, no busque tomarme en serio, ni yo lo hago.
Se aceptan feministas sin pancarta
cursis enamoradas del amor
o pesimistas hartas de estar hartas
de decirme que no.
Si hago público este testamento, es con la única finalidad de encontrar al menos un sí tímido y torpe. Cuando ya temía que los "no" iban a ser una constante en mi diario vivir sentimental hice -emulando al gran Diógenes el cínico- mis ejercicios para acostumbrarme a ser ignorado. Por esas leyes de la vida que nadie puede explicar, mis siete amores, pertenecen a aquella época en que me esforzaba para que el mundo me ignore. Y así aparecieron Eugenia, Marilyn, Yolanda, Magdalena, Lolita, Matilde y Daniel (¿no les digo? siempre buscaba el sí, nunca llegó; el día que acepto el no como parte de mi vida, hasta un jovenzuelo de cabellos ensortijados me dice que sí). Cuando creí que mi suerte había cambiado, me dije: "carajo, qué jale tienes" y todo volvió a ser como antes: mis siete amores me olvidaron y hasta ahora no hay quien se harte de decirme que no.
Igual me da mujer de mala nota,
que especialistas en Borges y Lacan
si no vienen tocándome
con Juan Salvador las pelotas.
No necesitan ser doctas en alguna materia, pero no me vengan con el cuento de la gaviota para que busque mi autoperfeccionamiento. La charla puede ser sobre el Manual de Zoología Fantástica o sobre si Keiko será una buena presidenta o cómo es posible que dejaran viajar a Magaly a Miami. Yo atraco, soy manejable, no lo olviden. Pero nada de sacrificios para ser feliz emulando a esa gaviota solitaria.
Dispuesto a todo incluso a defraudarte
alérgico al deporte y al reloj
Si buscan un Adonis con músculos de luchador de la WWC, en mí encontrarán exactamente lo contrario, su antípoda, su antítesis. Nunca llego a tiempo; Cronos me odia, y si alguien me dice "en punto, por favor" una comezón en la cabeza empieza a torturarme. 69 minutos después de la hora pactada aparezco con cara de mira-la-alergia-que-me-dio-y-que-me-hizo-ir-al-médico-y-que-a-su-vez-me-está-haciendo-llegar-tarde. Compasión por mi enfermedad sicocomática u odio por ser tan imbécil, el azar hace que llegue una u otra reacción indistintamente.
con un precoz talento para el arte
de la eyaculación.
Cuando ya era evidente este arte, no me quedo más que buscar artilugios para disminuir las quejas de la acompañante de turno. Adquiriéndolos poco a poco, me sentía algo orgulloso de ellos. Ahora, ¿cómo saber si funcionan o no? Fácil, encuesta: de las 7 entrevistadas, 3 contestaron quedar más que satisfechas, otras 3 reconocieron sentirse absolutamente defraudadas con el desempeño, la restante no sabe no opina.
Anímense monjitas de clausura
absténganse fanáticas y abstemias
la pasión con controles de alcoholemia
no me la pone dura.
¿Que el vino le da sueño? ¿Que la cerveza es muy amarga? ¿Que no necesita alcohol para sentirse embriagada? ¡Ya pues!
Podrán buscarse amantes de ocasión
cuando la decadencia lo aconseje
que traigan referencias
y se dignen ganar al dominó.
No me molesto, es más, lo entiendo, lo apoyo. No ofrezco nada más allá de lo que se escribe en el verso que viene. En estos tiempos modernos, de sofisticaciones, fechas importantes, grandes almacenes y lujosos viajes de placer no tengo cabida. La solución: los amantes de ocasión, la interesada puede tener uno o un millón a su total discreción.
A las interesadas aseguro
máxima indiscreción, ninguna prisa,
buena conversación, besos con risas
y noches sin futuro.
Y si bien a muchos va a decepcionar, solo esto puedo dar. Tanta cháchara para tan poco...
J^P